Carta A Jose Vasconselos

Carta a José Vasconcelos.

Iguala Gro., a 12 de octubre del año 2012.

Me dirijo a usted a pesar de que la muerte nos separa para agradecerle su gran esfuerzo por impulsar la educación pública, pero al mismo tiempo su preocupación por la alfabetización integral del país. Espero que se encuentre muy bien, donde quiera que este y que siga sonriendo como espero que lo haya hecho hasta ahora, ya que la mayoría de los proyectos que ha propuso han salido bien, pensara que tal vez no sea de tanta importancia el agradecerle, pero yo no lo veo así, es por eso que me decidí a escribirle una carta donde le exprese todo mi sentir a cerca de todos los planes que ha llevado a cabo.

Admiro ese valor, entusiasmo y perseverancia que ha tenido siempre ya que por usted, los niños saciaron su hambre para poder tener un mejor aprovechamiento escolar, al igual que busco la manera de que esto se llevara a cabo, y no busco llevarse el crédito, por así decirlo, sino que ideo la manera de que entre todos, lo apoyaran para un fin en común el progreso educativo.

¿A que me refiero con integral? Pues a que la gente no solo supiera leer y escribir, si no que también pensaste en darles qué leer, creando bibliotecas en diversos lugares. Todos sabemos lo extremadamente difícil y utópico que es pensar en que algún día México logre ser un país 100% alfabetizado, pero acciones como las tuyas lo engrandecen y lo hacen acercarse un poco más a la meta.

Como rector de la Universidad Nacional durante el 9 de junio de 1920 al 12 de octubre de 1921. Su espíritu iberoamericano, expresado en su obra literaria, queda también reflejado en la propuesta al Consejo Universitario, en abril de 1921, del escudo que la UNAM ostenta hasta la fecha y en el que plasma su convicción de que los mexicanos deben difundir su propia patria con la gran patria hispanoamericana como una nueva expresión de los destinos humanos. La leyenda que propone para dicho escudo constituye hasta ahora el lema de la Universidad Nacional: «Por mi Raza Hablará el Espíritu».

Palabras que hoy cito de su boca son las siguientes: “Yo no vengo a trabajar por la Universidad, sino a pedir a la Universidad que trabaje por el pueblo”. Estas palabras son de su discurso que signan lo que fue su propósito en la rectoría de la UNAM.

Tras reorganizar la estructura de la Universidad Nacional, usted fue nombrado secretario de Instrucción Pública, y desde esa posición inició un ambicioso proyecto de difusión cultural en el país, con programas de instrucción popular, edición de libros y promoción del arte y la cultura. El objetivo era integrar a México de manera más amplia en las grandes transformaciones que siguieron al fin de la primera Guerra Mundial. Sin duda alguna usted fue personaje carismático y capaz de entusiasmar a sus colaboradores, hizo de los maestros rurales un ejército de paz y de cada profesor, según su propia metáfora

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