Carta a un zapatero que compuso mal unos zapatos

Carta a un zapatero que compuso mal unos zapatos

Esta es la carta de un señor que mando a arreglar sus zapatos; los recibió muy contento, asegurándoles una larga vida estando muy satisfecho por la economía que realizo en su reparación. El entusiasmo que el tenia acabó muy pronto ya que al llegar a casa examino minuciosamente sus zapatos encontrándolos deformes, duros y resecos, a pesar de eso él fue razonable ya que unos zapatos remontados tienen algo extraño casi siempre deprimente. Se precisa que los zapatos no se hallaban completamente arruinados, hasta el mismo zapatero le dedico frases elogiosas por su calidad en sus materiales poniendo muy alto su marca de fábrica. Se nos relata que el señor no habla movido por el interés, él dice ser pobre pero no mezquino. La carta no tiene el propósito de abonarse la cantidad que se había pagado por aquella obra de destrucción. Le escribía para exhortarle a amar su trabajo.

Esta historia me pareció algo cómica por las artes que uso el zapatero para dejar los zapatos inservibles, la economía que creyó haber hecho el señor en la reparación de sus zapatos y destaco la forma que para mí fue algo apasionada a la vez que respetuosa en la que se expresó el señor sobre el oficio de zapatero “No sé cómo ni con qué artes se las arregló usted para dejar mis zapatos inservibles. Allí están, en un rincón, guiñándome burlonamente con sus puntas torcidas.” Arreola Juan José (s.f), Material de Lectura, serie El Cuento Contemporáneo, página 17, núm. 70 de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM. Ilustración: Dibujo de Templeton Rini (s.f). Cuidó la edición Chacón Jorge Armando (s.f). Además el mensaje que me deja esta historia es que no hay que trabajar solamente por dinero si no para  poner  en práctica las leyes del trabajo.

“Le escribo sencillamente para exhortarle a amar su propio trabajo. Le cuento la tragedia de mis zapatos para infundirle respeto por ese oficio que la vida ha puesto en sus manos; por ese oficio que usted aprendió con alegría en un día de juventud”. “Nos hacen falta buenos artesanos, que vuelvan a ser los de antes; que no trabajen solamente para obtener el dinero de los clientes, sino para poner en práctica las sagradas leyes del trabajo”. Arreola Juan José (s.f), Material de Lectura, serie El Cuento Contemporáneo, página 19, núm. 70 de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM. Ilustración: Dibujo de Templeton Rini (s.f). Cuidó la edición Chacón  Jorge Armando (s.f).

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