Carta de Lali para Iván

Para Iván:

Te escribo esto después de quince años, mi hija tiene quince años, capaz te lo esperabas, capaz pensabas que si iba a abortar. Fuiste muy cagón, me dejaste sola pasando por todo esto, te culpo sabiendo que tu vieja algo tenia que ver, como me lo hizo saber cuando llame para hablar con vos. Me invento una excusa barata, que estabas durmiendo. ¿Lo podes creer? No hay peor excusa que esa, se ve que no se esperaba que te llame. Volviendo a lo que estaba diciendo, sos un cagón. Los dos teníamos diecisiete años, yo me hice cargo, vos no. Tuviste quince años para aparecer, pero se ve que nunca te intereso, no te iba a obligar a ser padre, pero me lo podías decir vos, no mandar a tu vieja a que me diga todas esas cosas. Ahora te cuento, lo primero que pensé fue abortar, ya tenia fecha y todo, solo me faltaba la plata, que eran mil pesos, no parece tanto ahora teniendo en cuenta el tiempo que paso. Al final tome la decisión de tenerla, mis viejos nunca se enteraron de que estaba embarazada, estaban muy ocupados culpándose entre ellos, cada uno por el crimen del otro. Tuve el apoyo de Paula, no se si te acordás, ella estuvo siempre, también conocí a un tipo que me ayudo en los momentos que no teníamos ni idea de lo que estaba pasando, Guillermo y su esposa fueron un sostén para nosotras dos, ellos y mi abuela, la madre de mis viejos. Se sorprendió mucho y me cago a pedos cuando vino a buscarme y vio que tenia a Guillermina en brazos (si se llama así por Guillermo, fue una promesa que le hice). Después de que paso el enfado, nos fuimos las tres juntas a vivir a su casa. Tiempo después me entere que estaba sola, mi vieja en la cárcel por matar a la amante de mi papá, quince años le dieron, después a mi viejo por matar a su secretaria. Por un tiempo no me intereso nada de sus vidas, pero después empezás a necesitar el apoyo de los padres, aunque seguro mi vieja se volvía loca, pero creo que amaría a su nieta, a mi hija. Pero por más que yo y mi mamá no teníamos la mejor relación, sabia que ella iba a estar en los momentos difíciles y en los que me moría de miedo, como cuando fui al hospital a tenerla cuando Guillermo me dijo que lo que sentía eran contracciones, estaba sola y la mujer que me atendió no me trato bien, yo no sabia nada de lo que pasaba y ella me juzgaba por tener miedo, como si parir fuese fácil, todavía me acuerdo de la conversación, yo le dije que tenia miedo y ella me respondió: ¡Pero por qué vas a tener miedo!

Odie a todo el mundo porque nadie hacia el amague de contener a una adolescente asustada.

Te escribo ahora para decirte que lo único que quería de vos era que me digas que no querías ser padre, que tenias miedo igual que yo, quería que me acompañes en la decisión que me acompañes al hospital, que sostengas mi mano mientras nacía, todo eso paso por mi mente, pero eran segundos, porque me acordaba que vos decidiste eso, vos te mandaste a mudar cuando las cosas salieron mal, no fue cosa miá como dijo tu vieja, tener un hijo es cosa de dos, ¿saber que me dijo tu mamá? Que YO tenia que avisarte esas cosas, como si no fuera que tenias diecisiete años, ¿me vas a decir que vos no sabia? ¿que eras la pobre victima? Por favor Iván, ya somos grandes, treinta y dos años tenemos, vos sabes que lo que hiciste vos y lo que hizo tu vieja estuvo mal, por eso ahora querés contactarnos, no funciona así. No me mandes más mensajes, ni cartas, ni regalos, nada. No queremos nada tuyo, tuviste mucho tiempo para acercarte, no te la iba a negar, porque estabas en todo tu derecho de querer involucrarte, aunque no tendría que ser así, estaba dispuesta a perdonarte, pero nunca pediste disculpas.  

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