Cartas a quien pretende enseñar-Pedagogía de la autonomí

Cartas a quien pretende enseñar-Pedagogía de la autonomía.
1ª Carta: Enseñar- aprender. Lectura del mundo- lectura de la palabra.
El educador, debe estar dispuesto tanto a enseñar como a aprender, de una manera abierta y critica. Ya que el estudiar es una preparación y a su vez implica una lectura comprensiva y reflexiva y no es un ejercicio de memorización mecánica.
“La lectura de un texto es una composición entre el lector y el autor en la que el lector esforzándose con lealtad en el sentido de no traicionar el espíritu de autor, -rescribe- el texto”.
Un ser crítico e indagador es el que enseña y no el que transfiere conocimientos.
2ª carta: No permita que el miedo a la dificultad lo paralice.
Aquí plantea que no debemos negar el miedo ni dejar que nos persuada, ante una situación en la cual el esfuerzo y la lucha son necesarios.
“Uno de los errores más terribles que podemos cometer mientras estudiamos, como alumnos o maestros, es retroceder frente al primer obstáculo con el que nos enfrentamos.
Es el de no saber asumir la responsabilidad que nos impone la terea de estudiar, como se impone cualquier otra tarea a quien deba realizarla”.

3ª carta: Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad.
La práctica educativa no puede ser tomada como la última opción porque es una profesión seria que está formando personas, de lo contrario en lugar de ayudar a nuestros alumnos los estaríamos perjudicando.
“El profesor que no lleve enserio su formación, que no estudie, que no se esfuerce por estar a la altura de su tarea no tiene fuerza moral para coordinar las actividades de su clase”.
La tarea del rol docente es altamente elevada ya que DOCENTE-ALUMNO-CONOCIMIENTO forman el triangulo que es a la vez el corazón del sistema educativo. Aquí aparece como fundamental la recuperación desde ámbitos como la escuela, del sentimiento de unidad. El docente debe trabajar en conjunto si desea obtener fruto de su trabajo.
4ª carta: De las cualidades indispensables para las maestras y los maestros progresistas.
La humildad nos permite estar abiertos a enseñar y aprender, reconocer que no sabemos todo, de lo contrario no podríamos escuchar a nuestros alumnos.
Todo educador progresista se debe unir a la lucha contra todo tipo de discriminación, entendiendo que no puede haber libertad cuando ciertas voces son “negadas” por sobre otras.
Tolerancia significa saber convivir con los que son diferentes, estar abiertos a distintas opiniones y aceptarlos como son.

5ª carta: Primer día de clase.
El educador debe mostrar que tiene sentimientos y emociones como el educando, el miedo es un derecho que nos exige valentía.
“El miedo de cómo se va a salir adelante en su primer día de clase, muchas veces ante alumnos ya experimentados que adivinan la inseguridad del maestro novato, es por demás natural”.
En vez de tratar de ocultar su miedo autoritariamente, el maestro lo manifiesta humildemente como un ser humano.
6ª carta: De las relaciones entre las educadoras y los educandos.
Las relaciones que se tienen en cuenta: la enseñanza, el aprendizaje, el proceso de conocer-enseñar-aprender, la autoridad, la libertad. Referido al discurso que transmite el docente hacia los alumnos los cuales deben ser coherentes y permanentes. Entre el decir y el hacer siendo el ultimo el más fuerte.
Tiene que ser abierto a cambios en un ámbito democrático y con respeto. Debe inclinarse siempre hacia la justicia y la libertad. En una buena relación entre el educador y el educando, propia actividad y curiosidad del alumno es un excelente medio para la adquisición de los conocimientos necesarios. Por medio del dialogo puede desarrollarse todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, sin dejar de contemplar las demás necesidades que tiene el educando, desde las fisiológicas hasta las psicológicas.
7ª carta: De hablarle al educando a hablarle a él y con él, de oír al educando hacer oído por él. El hablar con el educando ayuda a preparar el oído de educando, al hablar con el tiempo le enseñamos a escuchar. Estamos formando ciudadanos críticos y respetuosos que están abiertos a la adversidad.
“Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir -su- palabra“.
La importancia del silencio en la comunicación es fundamental. Si no escucho no puedo hablar con ellos, sino que les hablo desde arriba depositando mis comunicados.
8ª carta: Identidad cultural y educación.
Para iniciar el respeto de la identidad cultural es necesario reconocer y construir nuestra propia identidad.
“La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía; los llamados –ignorantes- son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una –cultura del silencio-“.
9ª carta: Contexto concreto-contexto teórico.
La práctica adquiere un papel relevante y junto con la teoría deben entablar una relación de dialogo, no de oposición, pues son complementarias. Pero no solo debemos estar abiertos a la realidad teórica, que ella ofrece sino que también el educador debe estar dispuesto a que los alumnos aprendan las relaciones que encuentran en el contexto concreto de ellos mismos. Cuando se efectúa la clase hay que ajustarla a la realidad del aula.
10ª carta: Una vez más la cuestión de la disciplina.
Es importante que las cualidades del docente que se comentaron en las anteriores cartas se desarrollen para que exista disciplina. Para que haya disciplina es preciso que exista una libertad con autoridad. Cuando nosotros respetemos a las personas independientes de su sexo, color o cultura estaremos forjando en nosotros mismos la disciplina intelectual ya que esta juega un papel importante para que el aprendizaje lograr alcanzar su mayor éxito.

Conclusión.
Para concluir lo anterior, señalare los aportes que considero que sigues siendo propuesta que se debe aplicar en la práctica educativa.
•Respeto al educando y su saber.
•Reconocer su realidad como parte de partida para su enseñanza.
•Es importante escuchar al educando y saber hablar al educado.
•Demostrar que somos seres humanos con emociones y sentimientos.
•Educar al miedo y no esconderlo con autoritarismo.
•Identificar primero nuestra identidad cultural como educador par luego educar al educando.

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