Ciencia Moderna Y Ciencia Contemporanea
Enviado por concha72 • 25 de Agosto de 2014 • 1.456 Palabras (6 Páginas) • 766 Visitas
QUÉ SON LA CIENCIA MODERNA Y LA CIENCIA CONTEMPORANEA
La ciencia moderna, en términos cronológicos, es la que comenzó aproximadamente entre el siglo XVI y XVII, tuvo su mayor auge entre los siglos XVIII y XIX. En términos conceptuales es la ciencia que asume como valores o compromisos los rasgos del positivismo y convierte en modelo los logros y éxitos de la física newtoneana. Ella ha entrado en crisis gradual y materialmente entre 1920 y 1950, crisis que todavía se mantiene.
Las nuevas comprensiones científicas, surgieron en el contexto de las dos guerras mundiales. Se iniciaron con las revoluciones operadas por la física de la relatividad, la física cuántica y la termodinámica. Continuaron con la aparición de la genética, la ecología, la biología molecular y el desarrollo de la cibernética, de la teoría de la información y de la teoría de sistemas. Se reafirmaron con el fracaso del Positivismo Lógico del Círculo de Viena y las revoluciones en la epistemología, la aparición de nuevas lógicas, nuevas algebras, nuevas geometrías y los planteamientos de las teorías de complejidad.
3. PRESUPUESTOS EPISTEMOLOGICOS DE LA CIENCIA MODERNA Y SUS
CUESTIONAMIENTOS CONTEMPORÁNEOS.
La ciencia moderna tiene como concepción heredada los tres grandes presupuestos epistemológicos siguientes, que implican a su vez otros supuestos:
3.1. PRIMER GRAN PRESUPUESTO EPISTEMOLOGICO: (problema de la fundamentación)
Desde la ciencia moderna se creyó en la posibilidad de una fundamentación fuerte que permitiera al conocimiento articularse a partir de un punto estático privilegiado y absoluto. En términos de Mauro Ceruti, esa ciencia se afianzó sobre el punto de
Arquímedes. Ese punto en la ciencia se llamaba axioma, ley, principio, estructura de la naturaleza. Y ese punto no estaba de ninguna manera afectado por las contingencias del sujeto o del contexto.
En contraposición con lo anterior, este siglo ha sido marcado por las críticas epistemológicas a esa fundamentación fuerte y las constataciones de la reflexividad, el regreso del sujeto y los problemas hermenéuticos, que han disuelto el punto de
64 Cfr. CERUTI, (1998). El punto de Arquímedes es el punto donde se afirma la palanca y que divide sus dos sectores. Ese punto debe ser firme para que esa máquina simple desempeñe su función.
Un epistemólogo contemporáneo que cuestionó ese punto firme o esa imagen infalible de la ciencia fue Karl Popper. Para él toda teoría científica es una conjetura, que no puede ofrecer una verdad absoluta. No existe ningún método, ni inductivo (Popper critica muy duro la inducción), ni deductivo que permita esa imagen infalible de la ciencia. Lo máximo que permite el análisis epistemológico, para él, es hacer una elección racional entre conjeturas, refutando las menos racionales.
Esta transformación de la epistemología se encuentra metafóricamente explicada en el siguiente texto de Popper:
La base empírica de la ciencia objetiva, pues, no tiene nada de absoluta; la ciencia no está cimentada sobre roca: por el contrario, podríamos decir que la atrevida estructura de sus teorías se eleva sobre un terreno pantanoso, es como un edificio levantado sobre pilotes.
Estos se inducen desde arriba en la ciénaga, pero en modo alguno hasta alcanzar ningún basamento natural o dado; cuando interrumpimos nuestros intentos de introducirlos hasta un estrato más profundo, ello no se debe a que hayamos topado con terreno firme: paramos simplemente porque nos basta que tengan firmeza suficiente para soportar la estructura, al menos por el momento.65
De Popper en adelante casi todos los epistemólogos y filósofos han reafirmado esta concepción de la ciencia. Epistemólogos como Thomas Kuhn, Lakatos y Feyerabend han radicalizado sus consecuencias y han mostrado todo fundamento científico como histórico, social y políticamente determinado. En la filosofía, desde los primeros hermeneutas, pasando por la escuela de Frankfurt, y hasta autores como Richard Rorty, Habermas y los postmodernos, se ha hecho una crítica aguda a la idea de fundamento fuerte en la ciencia.
El desarrollo mismo de la ciencia ha cuestionado esa idea de fundamento fuerte, de piso firme, al hacerse imposibles las separaciones entre sujeto-objeto, observación - teoría, el conocimiento consistente del conocimiento inconsistente y paradójico.
Así lo explica Jesús Ibáñez: La primera prueba de que el sujeto deja necesariamente huellas en el objeto al investigarlo surgió en los niveles mínimos de reflexividad: en los sistemas puramente materiales, con Heisenberg (Principio de incertidumbre), y en los sistemas puramente formales, con Gödel (principio de incompletud). Heisenberg formuló el principio de incertidumbre que plateaba, en el nivel de la investigación atómica,
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