Ciencia. Su método y su Filosofía
Enviado por luchakrv • 1 de Febrero de 2013 • Trabajo • 3.149 Palabras (13 Páginas) • 293 Visitas
“La ciencia. Su método y su Filosofía”
[Mario Bunge]
Introducción.
El hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable. En este proceso, construye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado "ciencia", que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta.
La ciencia se nos aparece como la más deslumbrante y asombrosa de las estrellas de la cultura cuando la consideramos como un bien en sí mismo, esto es como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica). Tratemos de caracterizar el conocimiento y la investigación científicos tal como se los conoce en la actualidad.
Ciencia formal y ciencia fáctica
No toda la investigación científica procura el conocimiento objetivo. Así, la lógica y la matemática, los diversos sistemas de lógica formal y los diferentes capítulos de la matemática pura, son racionales, sistemáticos y verificables, pero no son objetivos; no nos dan informaciones acerca de la realidad: simplemente, no se ocupan de los hechos. La lógica y la matemática tratan de entes ideales; estos entes, tanto los abstractos como los interpretados, sólo existen en la mente humana.
La lógica y la matemática, por ocuparse de inventar entes formales y de establecer relaciones entre ellos, se llaman a menudo ciencias formales, precisamente porque sus objetos no son cosas ni procesos, sino,
para emplear el lenguaje pictórico, formas en las que se puede verter un surtido ilimitado de contenidos, tanto fácticos como empíricos.
Podemos establecer correspondencias entre esas formas, cosas y procesos pertenecientes a cualquier nivel de la realidad por la otra. Así es como la física, la química, la fisiología, la psicología, la economía, y las demás ciencias recurren a la matemática, empleándola como herramienta para realizar la más precisa reconstrucción de las complejas relaciones que se encuentran entre los hechos y entre los diversos aspectos de los hechos; dichas ciencias no identifican las formas ideales con los objetos concretos, sino que interpretan las primeras en términos de hechos y de experiencias.
La lógica formal hacerse corresponder a aquellas entidades psíquicas que llamamos pensamientos. Se efectúa asignando diferentes interpretaciones a los objetos formales y se justifican por el éxito, la conveniencia o la ignorancia. De esta manera, las ciencias formales jamás entran en conflicto con la realidad.
Así tenemos una primera gran división de las ciencias, en formales (o ideales) y fácticas (o materiales). Los enunciados formales consisten en relaciones entre signos, los enunciados de las ciencias fácticas se refieren, en su mayoría, a entes extra científicos: a sucesos y procesos. Las ciencias formales se contentan con la lógica para demostrar rigurosamente sus teoremas (los que, sin embargo, pudieron haber sido adivinados por inducción común o de otras maneras), las ciencias fácticas necesitan más que la lógica formal: para
confirmar sus conjeturas necesitan de la observación y/o experimento. En otras palabras, las ciencias fácticas tienen que mirar las cosas, y, siempre que les sea posible, deben procurar cambiarlas deliberadamente para intentar descubrir en qué medida sus hipótesis se adecuan a los hechos.
Cuando se demuestra un teorema lógico o matemático no se recurre a la experiencia, la demostración de los teoremas no es sino una deducción. El proceso constructivo, en que la experiencia desempeña un gran papel de sugerencias, se limita a la formación de los puntos de partida. La matemática y la lógica son, en suma, ciencias deductivas.
En las ciencias fácticas, no emplean símbolos vacíos (variables lógicas) sino tan sólo símbolos interpretados a su vez la coherencia con un sistema de ideas aceptado previamente.
La coherencia es necesaria pero no suficiente en el campo de las ciencias de hechos: para anunciar que un enunciado es verdadero se requieren datos empíricos. En última instancia, sólo la experiencia puede decirnos si una hipótesis relativa a cierto grupo de hechos materiales es adecuada o no.
Las ciencias formales demuestran o prueban: las ciencias fácticas verifican (confirman o desconforman) hipótesis que en su mayoría son provisionales. Los científicos no sólo procuran acumular elementos de prueba de sus suposiciones multiplicando el número de casos en que ellas se cumplen; también tratan de obtener casos desfavorables a sus hipótesis. Mientras las teorías formales pueden ser llevadas a un estado de perfección (o estancamiento), los sistemas relativos
a los hechos son esencialmente defectuosos: cumplen, pues, la condición necesaria para ser perfectibles. En consecuencia si el estudio de las ciencias formales vigoriza el hábito del rigor, el estudio de las ciencias factibles puede inducirnos a considerar el mundo como inagotable, y al hombre como una empresa inconclusa e interminable.
Las diferencias de método, tipo de enunciados y referentes que separan las ciencias fácticas de las formales, impiden que se las examine conjuntamente más allá de cierto punto. Por ser una ficción seria, rigurosa y a menudo útil, pero ficción al cabo, la ciencia formal requiere un tratamiento especial.
Los rasgos esenciales del tipo de conocimiento que alcanzan las ciencias de la naturaleza y de la sociedad son la racionalidad y la objetividad. Por conocimiento racional se entiende:
a) Que está constituido por conceptos, juicios y raciocinios y no por sensaciones, imágenes, pautas de conducta, etc.
b) Que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas lógicas con el fin de producir nuevas ideas.
c) que esas ideas no se amontonan caóticamente o, simplemente, en forma cronológica, sino que se organizan en sistemas de ideas, esto es en conjuntos ordenados de proposiciones. El conocimiento científico de la realidad es objetivo, significa:
a) que concuerda aproximadamente con su objeto.
b) que verifica la adaptación de las ideas a los hechos recurriendo a un comercio peculiar con los hechos (observación y experimento), intercambio que es controlable y hasta cierto punto reproducible.
Ambos
rasgos de la ciencia fáctica, la racionalidad y la objetividad, están íntimamente soldados.
Inventarios de las principales características de la ciencia fáctica.
1) El conocimiento científico es fáctico: parte de los hechos, los respeta hasta cierto punto, y siempre vuelve a ellos. La ciencia intenta describir los hechos tal como
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