Como Seda El Racismo Y La Intolerancia Sobre Grupos Indigenas

Racismo e intolerancia en México hacia los indígenas

A pesar de que cada vez se está tomando más conciencia de la importancia de combatir la intolerancia y el racismo, la realidad es otra muy diferente, y es que desgraciadamente existe una gran marginación hacia los pueblos indígenas.

Los indígenas o grupos étnicos sufren en sus pueblos o comunidades debido al nivel socio económico, de igual manera otro ejemplo de ello son los emigrantes los cuales buscan tierras extranjeras para mejorar su economía y la de su familia. Pero el problema es aún mayor cuando se dan cuenta que se enfrentan a la discriminación.

Esta situación no es sorprendente, porque a pesar de que el racismo no es un fenómeno que se haya dado en todos los tiempos y en todas las culturas, sí ha estado presente en la historia. En lo que respecta es muy importante señalar que el racismo ha venido tomando gran reconocimiento.

Sin embargo, a pesar de que en México se ha logrado eliminar casi todo el racismo contra ciertos grupos extranjeros, el racismo al indígena ha persistido a lo largo de todos los tiempos de este país. Ya que se ve al indígena como un ser con una inferioridad biológica y cultural, lo cual da como resultado que exista un rechazo hacia estos grupos.

El racismo está íntimamente relacionado con la explotación y dominación, y con la eterna división. El racismo no hace otra cosa más que remarcar la desigualdad social en la que viven los diversos grupos indígenas.

A mayor criminalidad es lo que la sociedad empuja a estas personas cuando siguen arraigados a ideas tan cerradas como el racismo que no debería presentarse en pleno siglo XXI cuando la diversidad, el cambio, culturas e ideologías diferentes es lo que caracteriza a la sociedad actual.

Es inconcebible como se sigue presentando un rechazo contra “nuestra gente”, algo que no debería pasar está ocurriendo y peor aun en esta época de libertad y mentalidades más abiertas, pero la nuestra sigue siendo sumamente inflexible en cuanto a estos aspectos. Lo que hoy es motivo de rechazo, mucho tiempo fue motivo de orgullo, y esto debería seguir trascendiendo debido a que forma las bases de nuestra cultura. Son tradiciones que sería muy triste que se perdieran.

La única forma de combatir seriamente al racismo instalado es con políticas activas de los Estados que protejan los intereses de todos sus habitantes, sin embargo también es muy importante señalar que es un trabajo que involucra a toda la sociedad a participar activamente, fomentando que se respeten no sólo los derechos sino también que se dignifique el papel del indígena y del emigrante.

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