Como es “El Laberinto de la Soledad”

Índice

Introducción        

El Pachuco y otros extremos.        

Máscaras mexicanas.        

Todos santos, día de muertos.        

Los hijos de la Malinche.        

Conquista y colonia.        

De la Independencia a la Revolución.        

La “Inteligencia” Mexicana.        

Nuestros días.        

La Dialéctica de la soledad.        

Conclusiones        

Bibliografía        

Introducción

 “El Laberinto de la Soledad”, es un análisis del mexicano, y sus variantes que existen en nuestro país desde el norte hasta el sur. Octavio Paz, es a mi punto de vista el representante de la literatura  que ha existido en México y que trata de retratar en esta obra una radiografía  para poder entender a la gente que compone la cultura mexicana. Esta obra está dividida en ocho capítulos y que recorren los hechos más importantes de México así como momentos simbólicos y trascendentes.  

El Pachuco y otros extremos.

Octavio Paz cuenta que durante algunos años vivió en Estados Unidos. Los Ángeles siempre ha sido una ciudad que sorprende, y es ahí donde puede considerarse una ciudad mexicana fuera de nuestro país, aunque no se vincula con el resto de la población de esa ciudad. Se da un suceso que con los mexicanos que viven allí, a pesar que llevan años viviendo allá, siguen usando la misma ropa, aún hablan español, y mantienen una identidad que los hace visibles en comparación con los americanos. Nos referimos a estos mexicanos que viven en Los Ángeles  que no se mezclan y ellos mismos se autonombran Pachucos. Mejor conocidos y vistos como jóvenes generalmente de origen mexicano, que viven en las ciudades del sur de Estados Unidos, que se caracterizan por su vestimenta conducta y lenguaje. Tal vez gente que no quieren volver a su origen mexicano, pero que tampoco quieren pertenecer al sistema americano. Octavio Paz nos dice que el Pachuco es uno de los extremos a los que puede llegar el mexicano, al pachuco le gusta irritar a la sociedad, entonces, y sólo entonces, el pachuco encontrará su lugar en el mundo y por lo tanto, su razón de ser. Este personaje se siente libre de romper las reglas, de conocer lo prohibido y siempre está en contra del sistema, se puede decir que el pachuco ha perdido en parte la herencia cultural, el lenguaje, religión, costumbres, creencias y solo su distintiva vestimenta lo distingue de los demás y también lo protege que al mismo tiempo lo destaca y aísla. 

Máscaras mexicanas.

Existe una variedad de mascaras que utilizamos en nuestra vida que en cierto sentido usamos para protegernos de lo que nos hace daño. Varias son las facetas del mexicano, ser único sin embargo, como lo menciona Octavio Paz siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás y también lejos también de sí mismo. Se hace la reflexión sobre lo que las palabras influyen en el mexicano promedio, frases celebres que escuchamos día a día en nuestra vida diaria como “rajarse”, revelan el grado de machismo que la mayoría de los mexicanos lleva dentro, como lo mencionaba Samuel Ramos en su definición del mexicano Pelado.  Sólo en México existe, ese tipo de de juegos de palabras que denotan doble sentido mejor cocido como albur y sólo en México existen torneos para dar a conocer la mejor persona ingeniosa en este tipo de juegos de. Si bien la mayoría de la persona en todo el mundo usa mascaras, los mexicanos usan máscaras para protegerse a sí mismos, del exterior y por tanto se da un círculo de la soledad, que es evidente ya que la población mexicana vive aislada de los hecho relevantes del mundo y que es su protección para  lo peligroso que representa lo exterior. Octavio paz nos invita a la reflexión sobre la mujer mexicana ya que el machismo en México es trascendente en la cultura  y que ha sido heredado desde los indígenas y también los españoles, y ha dado en ella mayoría de las mujeres sumisión a la mujer. El machismo sólo respeta  a la madre, pero no a la mujer como persona.

Todos santos, día de muertos.

En todos los rincones de México existen sus ferias populares y tradiciones arraigadas desde mucho tiempo atrás, algunos piensan que las fiestas son el único lujo de México, en otras palabras el mexicano ama las fiestas y las reuniones públicas, todo es ocasión para reunirse, cualquier pretexto es bueno para interrumpir el tiempo, el trabajo y las labores y celebrar con festejos y ceremonias, pero aún así no bastan las fiestas que ofrece todo el país, la iglesia, sino que la vida de cada ciudad y de cada pueblo se rige por un santo patrono, al que se le festeja, lo mismo sucede en los barrios donde se dan las fiestas cada año, en otras palabras los mexicanos son fiesteros y derrochan esperando que el derroche mismo atraiga a la abundancia y si no la atrae, por lo menos se aparenta. Uno de los festejos que más llama la atención: es el día de muertos, ya desde antes de la llegada de los españoles, los indígenas creían que la vida se continuaba con la muerte, y de hecho, la vida misma se alimentaba de la muerte y no había nada más privilegiado en vida, que ser sacrificado para los Dioses. Octavio Paz nos dice que todo funciona como si la muerte no existiera. Es así como los mexicanos buscaremos la manera de festejar algo aunque no tengamos recursos para hacerlo y pesar de ello buscaremos la manera de hacerlo.

Los hijos de la Malinche.

 Octavio Paz menciona en este capítulo, con una crítica al sistema capitalismo el cual es el sistema económico más usado en el mundo donde las personas son obreras, que producen mercancías que ellas mismas consumen y lo conjuga  con los hechos históricos de nuestro país desde la conquista, la colonia, la independencia, las guerras contra Francia y Estados Unidos.  Al paso del tiempo los mexicanos hemos creado una manera de hacer enaltecernos ante lo exterior, y si bien el propio himno nacional está lleno de estrofas y versos enunciado la guerra ante los demás con, los mexicanos han dado un cambio singular principalmente  en los días de la celebración de independencia con un ¡Viva México hijos de la Chingada!, aquí la pregunta sería ¿quién es la chingada?. La chingada, es la madre abierta, violada o burlada por la fuerza, ósea que el “hijo de la chingada” es el engendro de una violación, del rapto o de la burla. Sin embargo, los hijos de la chingada son los otros, los no mexicanos, los llamados malinchistas. La Malinche, encarna al mito que ayudo a Hernán Cortes a la conquista de México, de ahí que el malinchista no  es una autentico mexicano si no un traidor y nadie en México le perdonan su colaboración con la traición y entonces los malinchistas son los verdaderos hijos de la malinche, a eso se puede referir la chingada.

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