Composición Del Esqueleto Y Tipos De Hueso
Enviado por palolas_91 • 27 de Diciembre de 2013 • 4.304 Palabras (18 Páginas) • 662 Visitas
Para su estudio, se divide en dos partes: esqueleto axial y esqueleto apendicular.
El esqueleto axial ocupa la línea media del esqueleto formando el eje del cuerpo. Está compuesto por los huesos del cráneo, de la cara, la cintura escapular (omóplato y clavícula), la columna vertebral, las costillas, el esternón y la cintura pelviana.
El esqueleto apendicular se ubica por fuera de la línea media del esqueleto y representa a los huesos de las extremidades superiores e inferiores. Algunos autores incluyen a las cinturas escapular y pelviana como parte del esqueleto apendicular.
Esqueleto axial
Esqueleto apendicular
HUESOS
Son estructuras rígidas mineralizadas (osificadas) que se conectan entre sí por medio de los ligamentos y con los músculos mediante los tendones. En algunos casos, los cartílagos también intervienen complementando su estructura.
Los huesos están formados por tejido óseo representado por células llamadas osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Los osteoblastos están presentes en zonas donde se requiere nueva formación de hueso, por ejemplo en casos de fracturas. Los osteocitos son los encargados de mantener la vida y la estructura ósea. Los osteoclastos son células grandes que están en la superficie del hueso, lugar donde se produce la reabsorción de tejido óseo.
La superficie del hueso está cubierta por el periostio, membrana de tejido conectivo, fibrosa y muy resistente que envuelve la superficie externa de los huesos, a excepción de los sitios donde hay superficies articulares, tendones y ligamentos. El periostio está provisto de muchas terminaciones nerviosas, de ahí su gran sensibilidad, y de numerosos vasos sanguíneos que nutren al hueso.
Todos los huesos no son iguales en tamaño y consistencia. Como promedio poseen alrededor de un 30% de materia orgánica compuesta por células óseas (osteoblastos, osteocitos y osteoclastos) y tejido conectivo de fibras colágenas. La materia inorgánica representa un 45% y está formada por carbonato de calcio y fosfato de calcio. El restante 25% es agua. Del total de materia sólida que tienen los huesos, el 60% es inorgánica y el 40% es materia orgánica.
Composición química de los huesos
La mayor parte del calcio, del fósforo, del sodio y del magnesio almacenado en el organismo está en los huesos. Estos minerales le dan consistencia y resistencia a los golpes y presiones. Por otra parte, los huesos tienen cierta elasticidad que les permite proteger órganos vitales como el cerebro, el corazón y la médula espinal, entre otros. Algunas vitaminas son muy importantes para la formación del hueso. La vitamina A es necesaria para la maduración, regeneración y modelación de las estructuras óseas, mientras que la vitamina D es importante para que se produzca la absorción de calcio en el intestino delgado. La vitamina C es esencial en la formación del colágeno, principal proteína de sostén del tejido conectivo de la piel, de los tendones, del cartílago y de los huesos.
Según sea la forma y función, los huesos se clasifican en largos, alargados, cortos, planos e irregulares.
HUESOS LARGOS
Se ubican en los miembros superiores (brazo y antebrazo) y en los inferiores (muslo y piernas) formando palancas. Predomina el largo sobre el ancho. Los extremos de los huesos largos reciben el nombre de epífisis. La epífisis proximal es la superior y la epífisis distal la inferior. Por lo general, son las partes ensanchadas de la pieza ósea y están formadas por hueso esponjoso, que es un conglomerado de laminillas óseas que dejan espacios donde se aloja la médula ósea. Posee numerosos vasos sanguíneos que nutren a los osteocitos. El hueso esponjoso también está en el interior de los demás huesos del esqueleto.
La parte media o cuerpo de los huesos largo corresponde a la diáfisis, en general de forma tubular y en cuyo interior está la cavidad medular que contiene la médula ósea amarilla en los adultos. Esta cavidad medular está rodeada por el endostio, que es una membrana que tiene células formadoras de hueso.
La diáfisis está formada por hueso compacto, donde las laminillas óseas no están separadas como en las epífisis sino bien apretadas entre sí dándole al hueso una consistencia maciza. Conductos muy finos atraviesan al hueso compacto (canales de Havers) que se comunican entre sí. En su interior se disponen los nervios y vasos sanguíneos. El resto de los huesos del esqueleto están revestidos por hueso compacto.
Partes de un hueso largo (fémur)
Regiones internas de un hueso (húmero)
De a cuerdo a lo señalado, la médula ósea ocupa las cavidades que hay dentro de algunos huesos. Hay dos tipos de médula ósea: la médula ósea roja, formada por muchos vasos sanguíneos y la médula ósea amarilla, que posee abundante tejido adiposo. Al nacimiento, los huesos están ocupados solamente por médula ósea roja. A medida que el individuo crece, parte de la médula roja es reemplazada por médula ósea amarilla. En los adultos, la médula ósea roja está presente en los huesos planos, en las epífisis de los huesos largos (fémur, húmero y tibia, entre otros), en las vértebras, en las costillas y en el esternón. La médula amarilla, sin actividad hematopoyética (formadora de sangre), se ubica en la diáfisis de los huesos largos, donde se deposita abundante tejido graso como reserva energética del organismo.
En los niños, entre la diáfisis y las epífisis se ubica el cartílago epifisiario o cartílago de crecimiento, lugar donde el hueso crece en longitud.
HUESOS ALARGADOS
Tienen conformación similar a los huesos largos pero sin cavidad medular. Las costillas son huesos alargados.
HUESOS CORTOS
Tienen forma de cubo. El tejido óseo se dispone de manera similar al de la epífisis de los huesos largos. Su principal función es amortiguar los choques. Los huesos cortos son los que forman las muñecas de las manos.
HUESOS PLANOS
Predomina tanto el largo como el ancho. La función es proteger a los órganos que cubren, como el omóplato de la espalda, los huesos del cráneo y los de la pelvis.
HUESOS IRREGULARES
Son de forma variada, como los huesos de la cara, las vértebras y los pequeños huesos del oído. Poseen distintas funciones según sea la parte del esqueleto en que se sitúan.
Huesos largos
Huesos cortos del carpo (muñeca)
Huesos planos
Huesos irregulares (vértebras)
La superficie de los huesos no es totalmente lisa, ya que tiene algunas alteraciones en el relieve en forma de saliencias y depresiones. Las saliencias
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