Comunidades Venezuela

Habitantes han hecho del barro su materia prima

En Guarimure han echado las dificultades p’a un lado

Jaiglenis Guédez

A pocos kilómetros de Carora, en la carretera que conduce a Altagracia está Guarimure, caserío perteneciente a la parroquia Trinidad Samuel, del municipio Torres. Pese a los problemas en vialidad sus lugareños no han dejado de llevar su trabajo a diferentes estados del país.

Ismenia Falcón, manifiesta que desde hace poco más de 10 años no reciben la visita de algún ente gubernamental que por lo menos deje una promesa para los habitantes. Considera que es uno de los tantos poblados que está a merced del olvido, sobre todo en materia de vialidad. “La carretera está en pésimas condiciones, hace mucho que por aquí no se huele el asfalto”. Para Ramón Suárez, el ambulatorio es una de los principales problemas que los agobia ya que cuando alguien, de las pocas casas que componen Guarimure, se enferma deben ‘echar carreras’ para los poblados vecinos ya que no cuentan con los suficientes insumos médicos para atender un caso de emergencia.

Jorge Leal, quien habita el lugar desde hace unos 20 años, indica que las opciones de transporte son casi nulas. Sin embargo, el sector se ha caracterizado por sacar del barro grandiosas obras que adornan la casa de los caroreños, de caraqueños, valencianos y algún otro venezolano, que busca para su piso el mejor caico, para su techo las tejas que mejor convenga y encuentran las creaciones de estos torrenses que con tesón han sabido pasar las dificultades a un segundo plano.

Por su parte, Demetrio Pérez, en su testimonio dejó ver el orgullo que siente por ser uno de esos artesanos que hacen del barro grandiosas obras que son de utilidad para la construcción. “El primer paso es hacer el barro, luego se hace la teja y se lleva al horno durante tres días” explicaba. Señaló que aunque suene fácil es una labor fuerte que necesita de dedicación y esmero, pues refiere que no cualquiera tiene la agilidad de hacer una buena masa de barro. Comentó que su negocio tiene 15 años y lo que comenzó como un juego y curiosidad hoy es el sustento de una familia de 10 integrantes. En el negocio de ‘Los Pérez’, se llegan a realizar unas 1.000 tejas, en un día cálido, que van a ciudades como Caracas, Valencia, Maracaibo y Trujillo. Al mes la producción sobrepasa los 20.000 mil. Caico, lengüetas, ladrillo romano, y el adoboncito que se usa en la elaboración de parrilleras, arcos y paredes son parte, también, de la fabricación. “En Guarimure se fabrican las mejores lajas del país” murmuraban los habitantes, quienes a su vez hicieron un llamado a los entes gubernamentales a darse una ‘pasadita’ por el poblado y ver las dificultades que los aqueja.

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