Concepciones Del Diagnostico
Enviado por diulamaria • 23 de Septiembre de 2012 • 1.817 Palabras (8 Páginas) • 870 Visitas
Concepto de diagnóstico pedagógico
Etimológicamente el término diagnóstico significa “a través de” (dia) y “conocer en profundidad”
(gignosko), es decir conocer algo utilizando unos medios a través del tiempo o a lo largo de un proceso. Unido al adjetivo pedagógico podemos decir que en una primera acepción diagnostico pedagógico se puede definir como el conocimiento de algo en relación a la educación, a través de unos medios y a lo largo de un proceso. En educación el diagnóstico, se empieza a utilizar desde la perspectiva de la psicología diferencial, en un intento de estudiar las diferencias individuales y clasificar a los estudiantes según sus aptitudes o capacidades. Inicialmente el diagnóstico consiste en recoger información a través de tests, cuestionarios, entrevistas...para orientar, seleccionar o indicar un tratamiento.
1.- DIFERENTES CONCEPCIONES SOBRE EL DIAGNOSTICO.
Aportación ambientalista.
Magnusson (1981) señala tres razones que fundamentan la necesidad de considerar las variables situacionales a la hora de realizar un diagnóstico:
La importancia del análisis de situaciones para el proceso evolutivo.
La conducta se predice en situaciones, por tanto los elementos que componen la situación jugarán un importante papel a la hora de comprender y explicar la conducta.
Dado que la conducta se desarrolla en situaciones concretas, en la medida que las conozcamos y podamos variarla, conductas no aceptables socialmente se pueden transformar en conductas deseables.
Este último aspecto cobra una gran importancia de cara a la intervención, tanto modificativa como preventiva.
Los planteamientos de Mischel (1968), partiendo de su crítica al modelo de rasgos y factores como insuficiente para explicar la conducta humana, le lleva a concluir que la predicción y explicación de ésta debe hacerse en base a fenómenos ambientales, y no sobre las variables internas de la persona. Esta postura desembocó en un enfoque situacionista, que intenta explicar la conducta casi exclusivamente a partir de variables situacionales, siguiendo un modelo skinneriano.
Pero ya este mismo autor, en obras posteriores (Mischel, 1973, 1981, 1985), se da cuenta de la parcialidad de este modelo, y se sitúa dentro de una postura interactiva.
La postura ambientalista, apoyada exclusivamente en el modelo conductista radical, ha recibido críticas, sobre todo por su sesgo metodológico (Browers, 1973).
Aportación interaccionista.
Surgida a principios de los años 70 intenta abarcar a la persona desde la totalidad. Tiene como objeto el estudio empírico de las situaciones en relación con la conducta.
Las características podrían concretarse en:
a) La conducta se explica como función de la constante interrelación entre características personales y variables de la situación (ambiente psicológico); b) énfasis en el carácter activo del organismo; c) de entre las variables personales se destaca el papel relevante que juegan los factores cognitivos; d) cuando se habla de la situación se hace especial referencia a la significación que ésta tiene para el individuo, la valoración que éste le concede. Bermúdez (1985, 98).
Relación con la persona interesa la situación actual y para ello es necesario conocer el proceso de desarrollo que se entiende como un proceso de desarrollo que se entiende como un proceso de aprendizaje social; las variables personales se desarrollan con los aspectos genéticos.
Ha sido Mischel (1973, 1976) quien ha defendido las variables personales que reflejan los modos con los que las personas se enfrentan a las situaciones y que las hacen generar patrones complejos de conducta. Según este autor son: a) capacidad para construir o generar patrones cognitivos y conductuales; b) estrategias de codificación y constructos personales; c) expectativas; d) valores subjetivos; e) mecanismos autorreguladores. Los dos primeros se refieren a las posibilidades de conducta con que el sujeto afronta el problema concreto que le plantea la situación; los restantes explican como esa potencialidad se traduce en ejecución.
Con respecto a la situación se pueden considerar dos posibilidades: a) la situación física, objetivamente considerada en función de sus características físicas (Craik, 1973), sociales (Sherif y Sherif, 1969; Moos, 1973), o con la combinación de ambos; b) la consideración subjetiva, definida por la percepción que el individuo tiene de la misma y sus reacciones ante ella.
En la actualidad coexisten dentro de esta tendencia dos posturas. Una más cercana a la posición situacionista, se interesa por el ambiente físico. La segunda, sin embargo, se centra más en las variables cognitivas, es decir en la segunda forma de considerar la situación.
De cara a la realización del diagnóstico ambos tipos de situaciones (ambientes), reales o percibidos, son relevantes. Pero nos interesa incidir sobre todo, sobre estos últimos.
En las situaciones percibidas el ambiente se interpreta en relación con la persona por lo que cobran gran relevancia las variables psicológicas personales en la definición de la situación. De especial importancia son los procesos cognitivos y perceptuales que, en definitiva, serán los que incidirán en cómo la persona interpreta la situación.
La integración de las aportaciones cognitivistas en esta perspectiva supondrá una gran aportación.
Aportación del cognitivismo.
Lautrey (1982) cita como fuentes del cognitivismo a dos corrientes. Una ligada a los progresos de la lógica formal; y la otra al dinamismo de la corriente estructuralista europea.
Desde la primera corriente ocupa un papel importante la formalización de los lenguajes de programación y su aplicación a la psicología. Entre las aportaciones realizadas cabe destacar la de que la persona es un ser activo ante la información, la cual selecciona, codifica y almacena y busca de nuevo cuando le interesa.
Los estudios de Bruner sobre el aprendizaje de conceptos, inspirados en la teoría de la información, ponen el acento también en las estrategias activas que la persona emplea para buscar la información. O los escritos de Newell, Shaw y Simon (1958) que proponen considerar a la persona que
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