Confianza Institucional
Enviado por LetyZalda • 16 de Julio de 2013 • 1.522 Palabras (7 Páginas) • 349 Visitas
CONFIANZA INSTITUCIONAL
Introducción
Este documento expone una síntesis de los cambios en la construcción de la democracia en México, empezando con la composición del Estado; la creación del Instituto Federal Electoral, visto como una institución ciudadanizada y abierta a la participación de la comunidad en los procesos electorales.
Una semblanza del IFE como parte fundamental del aparato de gobierno, no solo encargado de organizar las elecciones federales, sino que forma parte de la vida diaria de los ciudadanos con la tarea de expedir la credencial para votar, instrumento que adquiere la función de medio de identificación oficial.
La democracia se ha fortalecido, la sociedad y los partidos políticos se han visto beneficiados con el desempeño del IFE y han depositado su confianza en la institución electoral y los ciudadanos y funcionarios que se encargan de la dirección, operación y organización de los comicios.
Composición del Estado Mexicano
La composición del Estado mexicano, pueblo, territorio y gobierno, se amalgama en la existencia de una sociedad ubicada a lo largo y ancho de la República, controlada por un aparato gubernamental que cumple su función de organización y regulación, para una convivencia armónica.
En ese contexto, existe también la participación de otros organismos, como lo son los partidos políticos, las agrupaciones políticas, asociaciones civiles, organismos agremiados como sindicatos y cámaras empresariales, que actúan como intermediarios de los intereses de la comunidad y sus propios intereses, para propiciar mejores condiciones de vida.
La creación del Instituto Federal Electoral
Por la necesidad de dar a la sociedad la participación que reclamaba desde tiempos ancestrales y que se empezó a recrudecer con manifestaciones violentas, el gobierno se dio a la tarea de incorporar reformas a la Constitución en materia electoral, encaminadas a generar confianza y alimentar la democracia que el país requería.
La Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales (LFOPPE), aprobada en 1977, fue el parteaguas en los cambios que mejorarían el sistema electoral mexicano, aunque continúo siendo muy cuestionado y fuertemente atacado.
Trece años después, en julio de 1990, se aprueban los cambios en la CPEUM, incorporando una nueva ley electoral, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, producto de la negociación entre los actores políticos de la nación, conscientes de la urgente necesidad de una reglamentación para regular los procedimientos electorales y, a la vez, ofrecer a la sociedad mayores garantías de respeto al sufragio, equidad en la competencia electoral y bases firmes para la democratización del país.
Con esta premisa, se crea en 1990, un órgano electoral dependiente de la Secretaría de Gobernación, el Instituto Federal Electoral, que si bien fue aceptado por las principales corrientes políticas, aún no contaba con el aval de la sociedad, como una institución de fiar en la organización de las elecciones.
La confianza en el IFE
El IFE ha pasado por muchos ajustes, a través de los 21 años que tiene desde su creación, con reformas electorales que, cada vez fueron mejorando el ambiente electoral en México. Durante esos años, ha venido ganando la confianza de los ciudadanos, en la transferencia de un partido hegemónico a un sistema de competitividad entre los partidos que participan ahora en las contiendas electorales.
Sin duda, también ha generado confianza entre los partidos políticos, al controlar su participación con equidad e imparcialidad, aunque, como en cualquier competencia, los perdedores pretenden culpar al árbitro de la contienda para sostener su posición.
Un punto de vital importancia en la confianza y credibilidad depositada en el IFE, es su ciudadanización, sin la cual el organismo electoral hubiera tenido mayor dificultad en generar esa confianza y, probablemente, aún no alcanzaría los niveles de certidumbre de los que goza.
Los ciudadanos que participan en la dirección del IFE, los que integran las mesas directivas de casilla, los observadores electorales, han aportado una parte sustancial de la confianza que la sociedad tiene en organismo electoral, ya que, con su participación, han constatado y transmitido la transparencia y legalidad con la que opera el Instituto.
Es importante mencionar que el IFE ha pasado por situaciones difíciles, las cuales fueron superadas, gracias a la apertura pública con la se trataron y la transparencia con la que se manejaron los procedimientos, como es el caso de la elección presidencial del 2006, en la que los simpatizantes del candidato de la izquierda, hicieron público un supuesto “fraude electoral”, lo que derivó en el recuento de los votos en presencia de los partidos políticos y que, finalmente, legitimó al candidato ganador, favoreciendo con ello la credibilidad del IFE.
No está por demás agregar, que una encuesta publicada por el diario Reforma el 1 de junio de 2007, refería que el 52% de los ciudadanos consideraban que la elección había sido legal, contra un
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