Conversa Benedetti
Enviado por 240813 • 23 de Enero de 2014 • 723 Palabras (3 Páginas) • 247 Visitas
- Perdón. Puedo sentarme aquí, contigo, a terminar esta cerveza?
- Si, claro.
- Mi nombre es Alejandro.
- Ah.
- Alejandro Barquero.
- Está bien. Yo soy Estela.
- Estaba en el otro extremo del café. No sé. Te vi tan sola.
- Me gusta estar sola.
- Siempre?
- No, siempre no. Hay días. No te ocurre que de pronto te vienen ganas de hacer balance contigo mismo?
- A veces. Pero por lo general de noche. Mi problema es que padezco de insomnio.
- De noche prefiero dormir.
- Yo también. Pero no siempre puedo.
- Mala conciencia?
- No. Acaso tengo aspecto de delincuente o de violador?
- De violador, no.
- De delincuente?
- Vaya una a saber. No hace diez años que nos conocemos, sino cinco minutos.
- Siempre estás así, a la defensiva?
- Hay que cuidarse.
- Venís a menudo a este café?
- Dos o tres veces por semana.
- Trabajás por aquí cerca?.
- Si el interrogatorio va a continuar de esta guisa, reclamo la presencia de mi abogado.
- De esta guisa? Qué léxico! Me gusta que tengas sentido del humor.
- Y vos qué hacés?
- Traduzco.
- Del inglés?
- También del inglés. Pero sobre todo del francés y del italiano. Y además soy soltero en español.
- Me hacés confidencias para que yo te haga las mías?
- No sabía que la soltería era una confidencia. Más bien creía que era un estado civil.
- Yo no soy soltera. Estoy separada.
- Y qué tal?
- Qué tal qué?
- Cómo te sentís con el nuevo estado?
- No tan nuevo. Hace un año que me separé. Ahora ya me acostumbré, pero al principio fue duro.
- No te pregunto si vivís sola, porque vas a pegar la espantada.
- Por qué? Vivo sola, claro.
- Y tu familia?
- Me queda poca. Mi vieja vive en Brasil, con mi hermano. Mi viejo se quedó en un infarto. Tengo una hermana, casada con un gringo, que reside en Los Angeles. Y se acabó.
- Qué hora es?
- Las seis y veinte.
- Caramba. Tenía que estar a las seis en el Centro. Pero no importa. Total, ya no llego. Ni en Taxi. Lo que pasa es que mi reloj está perezoso. Ves que marca las cinco y diez? Además, no he perdido el tiempo. Me gustó conocerte.
- Conocerme? Mucho no hemos hablado.
- Lo suficiente. Y una relación no sólo se construye con palabras. También hablan los ojos, no?
- Ajá. Y se puede saber que te dijeron mis ojos?
- Reservado.
- Te gusta el cachondeo eh?
- Me gusta pasarla bien.
- A costa de esta servidora.
- Se puede saber qué edad tenés?
- No se puede.
- Representás veintitrés.
- Frío, frío.
- Yo tengo veinticinco.
- Pues representás veinticuatro
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