Corriente Latinoamericana
Enviado por kaxisumu • 23 de Octubre de 2013 • 2.649 Palabras (11 Páginas) • 359 Visitas
La corriente latinoamericana
Al referirnos a la investigación cualitativa que se usa dentro de los países latinoamericanos, resalta a primera vista, la investigación participativa o de acción, denotada así, por sus principios dentro de la investigación de la educación de adultos y la educación popular (Gajardo 1983; 1985). Sin embargo, la investigación cualitativa en los países latinoamericanos se remonta a la época precolombina en la cual se utilizaban las tradiciones orales y la comunicación descrita por los códices y jeroglíficos de grupos indígenas. Durante la conquista, los primeros redactores-etnógrafos, del mundo occidental, como Bernal Díaz del Castillo o Bartolomé de las Casas, describieron con gran detalle al nuevo mundo desde sus perspectivas, El mismo Alejandro Humboldt, nos describió no sólo la flora y la fauna de cada país que visitó, sino el mismo medio ambiente que lo circundaba.
Las bases para el desarrollo teórico-metodológico de la investigación cualitativa para América Latina, se construye sobre bases diferentes a la de Norteamérica y Gran Bretaña. Como lo indica, Leticia Barba (1992):
En la tradición latinoamericana existe una gran influencia del neomarxismo (Freire y Gramsci, principalmente), de la Teología de la Liberación y de un grupo de autores latinoamericanos que teorizan a partir de las prácticas de educación popular y de las prácticas de investigación cualitativa, rebasando dichas prácticas, la elaboración teórica. La mayor parte de la producción teórico-metológica se ha hecho alrededor de la educación no formal.
La investigación participativa se ha ido introduciendo paulatinamente dentro de los ámbitos académicos y no formales desde los años 70, fomentados en gran parte, por las ideas de Paulo Freire y por los movimientos de educación base en Brasil (Torres 1985). Surge como un reto a las explicaciones de los métodos puramente cuantitativos y a la posición positivista2 que impera en todo Latinoamérica en diversas formas (Fals Borda 1981a; 1981b).
La década de los años 60, bajo la presión de organismos internacionales, se enfatizan enfoques participativos como herramientas metodológicas para ser utilizadas dentro de proyectos sociales y con el fin de contribuir al desarrollo económico de los países Latinoamericanos (Zúñiga 1979, 9). Siendo esto la herencia de la época de la Alianza para el Progreso impulsada por John F. Kennedy como reacción contra la revolución cubana y la instauración del socialismo en la isla según René Baez, en sus “Teorías sobre el Subdesarrollo.” El mismo programa de la Agencia para el Desarrollo Internacional va dirigido a una transferencia de la tecnología educativa, siendo sus metas: educar a más, con más eficiencia, a menos costo.
En Sudamérica, el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE) desde los años 60 inicia una trayectoria cualitativa que llega a conocerse más ampliamente después del cambio de la junta militar en Chile. Desde 1974, el CIDE como también el Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE) han contribuido a la corriente de investigación cualitativa con una serie de estudios cubriendo no sólo el currículum en el trabajo de Abraham Magendzo (1986), sino también estudios del género.
En 1977, el Centro Regional de Educación de Adultos y Alfabetización Funcional para América Latina, (CREFAL) de México, hizo un inventario de proyectos e instituciones que llevaban a cabo investigaciones en la educación de adultos. Se encontró, que “de los 586 proyectos de investigación revisados, solo una mínima parte, el 5% estuvieron relacionados con la investigación participativa” (Zúñiga 1984, 2). Las campañas de alfabetización llevan consigo la preocupación de no sólo crear alfabetas funcionales, sino también cómo integrar al campesino de áreas agrícolas al medio ambiente moderno. Países como Chile, Perú, Colombia experimentan con diversos proyectos y en Brasil surge el programa de alfabetización creado por Paulo Freire que enfatiza el uso de temas generativos y los procesos de concientización (concientizacao), como conceptos ampliamente aceptados.
Para los años 80, la regionalización y la descentralización de la educación en varios países latinoamericanos, permite que la investigación participativa se vaya integrando más al campo de la educación comunitaria y de acción social con fines educativos. Aparecen de acuerdo con la revisión de la literatura de Beatrice Ávalos (1986), los primeros estudios etnográficos del fracaso escolar en Colombia.
También surgen desde 1971, los estudios de currículum y docencia en México, promovidos por el Departamento de Investigaciones Educativas del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV del IPN) bajo la dirección de Elsie Rockwell. La investigación cualitativa se inicia por medio de dos instituciones en México: 1) el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y 2) el Departamento de Investigaciones del Instituto Politécnico Nacional. A través del Departamento de Investigaciones se producen una serie de trabajos que caben dentro de lo que se considera ser “etnografía crítica” (Rockwell y Mercado 1986).
De hecho, Martha Corenstein (1992a), quien ha hecho un inventario de los estudios etnográficos en México desde los años 70, señala la existencia de tres perspectivas inicialmente que influyen a dichos estudios: 1) estructural-funcionalista, 2) la teoría de capital humano, y 3) el empiricismo hasta los años 80. A partir de los 80, estudios con una perspectiva 4) socio-histórica y política;3 y 5) de acción participativa han surgido, siendo la más reciente perspectiva la de 5) estudios de casos de escuelas y aulas, y la investigación de práctica docente llevada a cabo por catedráticos de diversas instituciones4 y el Centro de Investigaciones y Servicios Educativos (CISE) de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Departamento de Investigaciones del Politécnico.5
En esta década la Universidad Pedagógica Nacional6 y diversos centros, institutos, y departamentos, no sólo en la ciudad de México, pero en diversas instituciones estatales se han dirigido a llevar a cabo estudios etnográficos.7 En algunos casos, la investigación cualitativa ha surgido como una reacción a la situación económica y por lo tanto es reciente, y en otros casos ha empezado a desarrollarse más sistemáticamente con diferentes enfoques. Dentro de este medio se ha ido caracterizando un enfoque feminista, con los estudios de género de la Dra. Graciela Hierro y de Graciela Delgado en la Universidad Nacional Autónoma de México abordando lo filosófico, educativo y literario (Delgado
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