Cosmetologia

Introducción

La cosmética es el arte a través del cual se procura brindar cuidados a la piel, el cutis y el cabello de las personas. Para comenzar a desarrollar su importancia y el efecto en la estética a lo largo de la historia debemos tener en cuenta los diferentes cánones de belleza y su evolución en el tiempo. En este trabajo desarrollaremos como en las distintas culturas ha ido cobrando relevancia el cuidado del cuerpo, mediante la aplicación de productos cosméticos hasta llegar a convertirse una forma indispensable de conservar en cierta medida la belleza y la salud.

Los orígenes de la estética se remontan a la prehistoria. En donde la cualidad mas importante era la fertilidad por lo que se observan numerosas obras en las que destacan formas femeninas redondeadas, voluptuosas. A través del arte y los instrumentos de uso cotidiano que han llegado hasta nuestros días, podemos ver como ya entonces existía una preocupación por la belleza.

Entre los hallazgos más antiguos que hacen alusión al insipiente interés femenino por la belleza, encontramos un grabado en las cercanías de Oslo, Noruega. Este grabado reproduce la figura de una mujer embadurnándose con , grasa de reno, animal que esta al lado de la figura femenina .También en Austria encontramos la Venus de Willendorf , y en la Costa Azul francesa la Venus de Grimaldi, se han hallado representaciones de mujeres simbolizando la preocupación de éstas por el cuidado de la belleza .

Los productos de los que disponía la mujer prehistórica se limitaban prácticamente, a la arcilla, tierra de distintos pigmentos, colorantes o toscos productos elaborados a partir de grasas animales.

El afeite, es decir un producto para embellecer en especial la cara, más antiguo encontrado estaba compuesto por sulfuro de antimonio.

Será en libros como La Biblia donde encontraremos las primeras referencias de la belleza en la antigüedad.

El texto recoge acontecimientos en los que el papel de la estética es significativo, por ejemplo el caso de la reina de Israel, Jezabel, quién adornó su cutis con aceites para seducirá Jehú y para hablarle con mayores poderes de seducción, o como esa misma reina adornaba su rostro con schrouda, como aún hoy en día hacen las mujeres tunecinas.

Otro ejemplo narrado en la biblia es el de Ester, reina de Babilonia, quién embellecía con aceites sus ojos, hasta el punto de ser considerada la mujer con los ojos más bellos que nunca existió.

Babilonia y Egipto

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