Creatividad en la estrategia de la competencia

Luego del siglo en donde se establece el comercio como corazón del capital, el consumismo en el siglo XXI toma aún más fuerza, siendo el ambiente comercial, el principal campo de batalla, dimensión de competitividad de todas las empresas con y sin ánimo de lucro; con el fin de llegarle a la mayor cantidad de personas, dejando un buen nombre, acompañado de experiencias con remembranzas agradables.

Así es pues, que se ha visto un constante cambio evolutivo de las compañías y empresas, en su manera de cómo hacer las cosas, no solo en el área de brindar bienes y servicios, sino también en el ámbito de procesos internos; tornando diversas estrategias de trabajo, unas efectivas, otras no tanto.

Respecto al contexto en cuestión, la creatividad empresarial es una de las estrategias más efectivas, tanto para las organizaciones de tradición, como para las organizaciones nuevas o de creación reciente, en razón de que el concepto de ‘creatividad’ es totalmente versátil como base de cualquier estrategia. Tanto es así, que esas empresas rígidas en cuanto a sus procesos internos, caracterizadas por la expresión ‘así se ha hecho siempre y todo ha salido bien’, tienen la oportunidad de innovar en su manera de llevar a cabo los procesos, agregando un valor adicional a la productividad, para proceder en un mejor ambiente laboral.

Pero principalmente, la creatividad como estrategia, es usada en el mercado para establecer productos o servicios, o incluso el nombre de una empresa; también como herramienta en la competencia corporativa, es muy útil, al momento de proyectar nuevos límites de mercado y ganar campo ante otras organizaciones.

Por eso es que a partir de cualquier perspectiva, la creatividad debe estar impulsada, en un principio, desde los entes administrativos, incluso desde el gerente o presidente; para así cubrir toda la pirámide laboral de forma descendente y asegurar que la creatividad no solo este a cargo del departamento de diseño y publicidad. Empezando por la gerencia, se pude ilustrar las decisiones directivas de la empresa, hacía campos que sean alternos, para explorar otros mercados, los cuales, cuando el ambiente del mercado sea cambiante, presente un salvavidas o un apoyo temporal, para dar soluciones prontas y efectivas.

No obstante, a parte del ámbito directivo, son más comunes las estrategias de este tipo en el campo del comercio, donde hay muchos productos del mismo estilo, y sin hablar de servicios que prestan diferentes entidades. La creatividad en este nivel se puede argumentar fácilmente, pero como en lo global, el secreto se esconde en poner un valor agregado, y para llevar a cabo una tarea en algunos casos de dificultad quirúrgica, se debe tener en cuenta las diferentes variables de la demanda y el mercado, tanto variables demográficas, como políticas, económicas y otras de importante trascendencia; es importante analizar la actualidad social, como factores de comportamiento, incluso se puede transformar en una labor de incidencia psicológica, para determinar correctamente como va a responder los clientes a las transformaciones que experimente el producto o servicio.

Respecto al caso, de un producto nuevo, es la creatividad el factor que puede llevar a la propuesta hacer una diferencia, a comparación de sus competidores; o en el mejor de los casos, puede ser una propuesta innovadora y alternativa, por lo tanto abre un nuevo mercado, donde tiene la oportunidad de volverlo un campo competitivo por nuevos aportes de otras empresas. Pero siempre, en cualquier situación la creatividad nunca debe carecer de divergencia respecto a elementos tradicionales, cerrar un problema como uno sin soluciones, planear las soluciones con proyecciones de diferentes respuestas y sobre todo, mostrar algo más respecto a lo que se brinda.

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