Critica A La Norma

El decreto 3075 de 1997 tiene como función dar a conocer las normas higiénicas, las BPM que deben tener en la planta de procesamiento de alimentos, además de especificar la forma adecuada para las instalaciones, los equipos, nos informa también en qué estado de salud debe estar el manipulador para poder laborar y cuáles deben ser sus conocimientos; el cual constituye dentro de sus disposiciones generales un Plan de Saneamiento Completo (control de plagas, limpieza y desinfección, abastecimiento de agua, manejo y disposición de desechos sólidos y líquidos).

Asimismo nos permite, dar pautas para crear una estrategia de aseguramiento de la inocuidad de los alimentos. Por lo cual se debe tener un constante monitoreo, al igual que deben irse adoptando medidas correctivas, siempre que sea necesario.

Es necesario resaltar las falencias existentes como permiso y notificación sanitaria, figuras jurídica que complementan al registro sanitario, asimismo en la infraestructura, en los planes de saneamiento, la documentación del proceso de abastecimiento de agua que es adicionado por la resolución 2614/13. De la misma forma se puede decir que el decreto 3075 de 1997 en sus artículos 10 y 11 específicamente concernientes a las importaciones y las exportaciones y producción de alimentos en el exterior, no tiene un reglamento técnico por lo cual el decreto 539/14 agrupa los artículos 10 y 11 y establece un reglamento técnico y requisitos para materias primas e insumos destinados al consumo humano.

Es importante establecer y determinar el reglamento técnico y los requisitos para materias primas e insumos, ya que contribuye a mejorar el manejo de las buenas practicas manufactureras ya que es importante para la producción de alimentos seguros e inocuos para la salud del consumidor que pueda permitir tener el control higiénico de las áreas relacionadas con el procesamiento; así mismo con un fin de estandarizar la calidad sanitaria de los alimentos, mantener la imagen de los productos y aumentar las ganancias por ende la calidad de la vida de los productores.

Este decreto no presenta en sus artículos los programas que deben aplicarse en las empresas de alimentos, los cuales son: Trazabilidad y control de proveedores, por lo cual la trazabilidad es el conjunto de aquellos procedimientos preestablecidos y autosuficientes que permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de los productos a lo largo de la cadena de suministros en un momento dado, a través de unas herramientas determinadas asimismo garantizar el origen y la seguridad alimentaria de los productos y servicios que se suministran las empresas que abastecen a la cocina o servicios anexos a la restauración, por medio de control de proveedores.

Dentro de este decreto no existe una descripción detallada de implementación del sistema HACCP (Sistema de análisis de peligro y puntos

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