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Critica Diablo Guardian


Enviado por   •  30 de Octubre de 2012  •  2.570 Palabras (11 Páginas)  •  704 Visitas

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Crítica de "Diablo Guardián" de Xavier Velasco

DIABLO DE MI GUARDA, DULCE COMPAÑÍA.

Acerca de “Diablo guardián” de Xavier Velasco.

¿No te parezco demasiado gorda para problema, y aparte demasiado flaca para solución?

El dictamen se publicó en febrero de 2003, parco y directo, explica las razones por las cuales se otorgó el premio Alfaguara de Novela 2003 a la obra llamada “Diablo guardián”, de la pluma del mexicano Xavier Velasco. Este dictamen, de menos de media cuartilla, causó una revuelta en el mundo literario hispanoamericano. Las mafias de siempre se volvieron locas, devanándose los sesos para encontrar el porqué un ilustre desconocido como Velasco fue el ganador de uno de los premios literarios más codiciados de habla hispana.

Poco dice la solapa del libro acerca de él: nativo de San Ángel, desertor de ciencias políticas, practicante de deportes extremos (Tal vez la literatura entre ellos), escritor de crónica roquera-noctámbula, peregrino en los terrenos de la publicidad. Previamente el autor poseía tres obras, dos novelas y un ensayo, que formaban un flaco background antes del Alfaguara.

Después de la mención, la novela comenzó a alcanzar una legitimidad más allá del premio: la gente la leía, le gustaba, y la recomendaba. Las librerías pronto agotaban sus estantes de la publicación, y era endemoniadamente difícil encontrarla. “Diablo guardián” alcanzó lo que no se consigue fácilmente, aún con el Alfaguara, el Villaurrutia o cualquier otro galardón literario: el gusto en el lector.

Si se lee el dictamen del premio, el jurado aclara que ha “ …valorado el tratamiento del lenguaje oral al servicio de una narración que cautiva al lector por su dinamismo, gracia y tono picaresco…”, además, dice que la novela “...abre perspectivas originales al presentar los conflictos de lenguaje y cultura que surgen en el encuentro de lo hispano y lo norteamericano, a través de la voz y las peripecias de un extraordinario personaje femenino. …“

En fin, demasiado tentador para dejar de leerlo.

Porque a mujeres como yo no las conoces: las contraes.

La anécdota es sencilla en apariencia: Narra las peripecias de una jovencita de 16 años, llamada Rosalba, y auto-bautizada Violetta, que huye a Nueva York después de robarle más de 100 000 dólares a sus padres. Estos, unas finísimas personas quienes también le habían afanado mencionada lana a la Cruz Roja. Una vez en la gran manzana, después de que su botín se esfuma, Violetta sobrevive enganchando “mariditos” en hoteles, y enganchándose a sí misma con la conspicua doña Blanca (Dama que conoce la gente de grandes aspiraciones). Así se la pasa la chica hasta que un día llega Nefastófeles, falso junior y herdero, y se cuelga de Violetta como maldición. El Nefas, una vez que se gana la confianza de Violetta, se dedica a explotarla aprovechándose de su condición de wet back Cuando la chica se cansa, huye de nueva cuenta a la ciudad de México, y toma chamba de escort (eufemismo para maquillar el concepto de puta de alto nivel). Después de un sangriento incidente con judiciales, en donde casi pierde la vida, Violetta se reencuentra con Nefastófeles, quien la atrapa de nueva cuenta. Nefastófeles, llamado en México Rudy Ferreiro, es ejecutivo en una agencia de publicidad en donde obliga a Violetta a trabajar, ayudado por la finísima familia de ella. Ahí, la chica se dedica a convencer a los clientes potenciales por métodos heterodoxos y horizontales, ganándose el nombramiento de la Licenciada Posturopedic. La familia de Rosalba la mantiene en la casa, y le cobra los cien mil dólares ayudando al “fino y educado” licenciado Ferreriro a mantenerla a raya. Es en la agencia de publicidad en donde Rosalba/Violetta conoce a quien será su diablo guardián: El autodenominado Pig.

El libro está dividido en dos partes: en la primera, Rosalba cuenta su historia desde su escape a la gran manzana hasta su caída en la agencia de publicidad. Esta parte está contada en primera persona. La segunda parte relata la historia del diablo guardián Pig, desde su infancia como niño rico hasta su incursión forzada, a los treinta, en el mundo de la publicidad. La novela comienza con el entierro de Rosalba /Violetta visto por Pig, y después narra el cómo se llegó a este punto. Los capítulos se intercalan: uno para la historia de la chica, el otro para la historia de Pig. La anécdota del sepelio sirve para amarrar al lector, y lo obliga a descubrir la historia de Violetta, y en menor medida, la del diablo guardián.

La vida era un Nintendo inagotable, un pinball sin agujero, una puta ruleta con el imán debajo de mi número…

La construcción de personajes de Velasco es uno de los puntos fuertes de la narrativa. Violetta es una prostituta que se aleja totalmente del lugar común: está más emparentada con el lazarillo de Tormes que con Naná. Desparpajada y directa, Violetta no tiene reparos en poner el dedo en la llaga en los vicios de la clase media mexicana o incluso en parodiarse a sí misma. Nunca es plañidera, ni siquiera cuando está bajo la bota de Nefastófeles. No es un ángel y lo exhibe con desparpajo: es capaz de enganchar clientes en una iglesia, frente a las esposas de estos, o de desnudarse frente al hijo del jardinero de su familia, para que este la ayude en el robo de los cien grandes; a pesar de esto (o quizá por esto), Violetta es adorable, nunca autocomplaciente, nunca hipócrita.

No es posible descifrar a Violetta sin conocer a su familia: media clase, pretenciosa y amiga de lo ajeno. Obliga a sus hijos a teñirse el pelo y a hablar en ingles para parecer gringos, y no tiene reparos en explotar a su hija mayor. Ella se reconoce en esta familia, y acepta esos defectos en su persona: le encanta la lana, no tiene reparos en usar cualquier medio para conseguirla, y es clasista al extremo. Tal vez esto sea uno de los puntos más creibles y disfrutables de la novela: Violetta evidencia con su actitud dos de los defectos más evidentes del mexicano: su adoración por lo extranjero y su irremediable clasismo. Siempre habrá otro por debajo de ti: el clasemediero define como naco al que vive en los arrabales; este le dice chundo a la gente de campo, y esta última se pitorrea del indito del monte. En esta clasificación taxonómica solo hay alguien por encíma de todos: el Quetzalcóatl rubio y ojiclaro, de habla incomprensíble, que llega cargado de baratijas, y a quien se admira y se envídia. Ver esta exhibición de los vicios del wannabe mexicano es como encontrar un enorme barro en la imagen que te devuelve el espejo: desagradable, pero real.

Acerca del diablo guardián, se puede decir que es el último eslabón de una familia de abolengo en decadencia.

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