Cuando el alcohol alcanzo a las mujeres.

Cuando el alcohol alcanzo a las mujeres.

Llegar a un grupo de Alcohólicos Anónimos era algo que no estaba en mis planes. Confesarle a alguien que mi manera de beber se había convertido en un problema, me era impensable. Insistía en que tenía el control. Procuraba razonar que, si se me habían “pasado las copas” era algo eventual, un descuido. Lo cierto es que, a pesar de las promesas hechas a mis padres, amigos, pareja e incluso a mí misma, el “sólo una” se convertía en una borrachera segura, frecuentemente con lagunas mentales, episodios que no recordaba y me abrumaban al día siguiente.

Entre el temblor, la ansiedad, la culpa y el miedo, despertaba al otro día con una cruda fatal. “No lo vuelvo hacer, esta vez es enserio”, era la promesa que me escuchaba decir para, una vez más, volver a romperla unos cuantos días después. Tuvieron que pasar un par de años para que me permitiera pedir ayuda. Ya no me era posible sostener -ni ante los demás, ni ante mí misma-  que mi manera de beber era un simple hábito. La diferencia en la manera en que consumían mis amigos a la mía, se volvía cada vez más evidente; ellos podían detenerse, yo no.

“Jóvenes la Villa A.A. 24 horas” se leía en la puerta de un lugar hasta entonces desconocido para mí. Con miedo, entré. De inmediato, una persona se me acercó, me ofreció un té caliente y lejos de juzgarme, me compartió parte de su vida. Para mi sorpresa, era como si narrara la mía. Al paso de los días, comencé a conocer a más hombres y mujeres que, como yo, habían sufrido los estragos del alcohol. Poco a poco, los prejuicios sobre los grupos de AA fueron desmoronándose. De manera asombrosa, los días fueron sumando semanas y las semanas, meses sin beber alcohol. Sería una mentira decir que ha sido fácil, pero, despertar sabiendo que hice el día anterior es algo que agradezco profundamente….hoy puedo decir, mi nombre es Carolina, y soy alcohólica.

De acuerdo al estudio Las mujeres y las adicciones, información estadística sobre el consumo de alcohol, tabaco y drogas en México, estudio realizado de manera conjunta entre la Cámara de Diputados y el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género, nos indica lo siguiente con respecto al consumo de alcohol en las mujeres:

Entre las adolescentes se ha observado un incremento en la dependencia al alcohol, ya que en el año 2002 sólo 0.6 lo eran y en el año 2008 este porcentaje fue de 2.2 por ciento. Algo similar se presentó entre las mujeres adultas y su dependencia al alcohol, ya que de ser 0.7 por ciento en el año 2002, en el año 2011 se observa que 1.7 por ciento de las mujeres de entre 18 a 65 años tenían una dependencia al alcohol. La dependencia al alcohol entre las adolescentes se incrementó notoriamente a partir del año 2002, donde menos de 1 por ciento eran adictas y en 2008 se elevó a 2.2 por ciento. El consumo alto también se incrementó de 10.6 a 11.7 por ciento. Un dato que cabe mencionar es que de acuerdo con esta encuesta (Encuesta Nacional de Adicciones) 87.8 por ciento de adolescentes necesitan prevención para el no consumo de alcohol. En el caso de las adultas la dependencia se incrementó en un punto porcentual (de 2002 a 2011). Esto es, el % de consumo de alcohol en mujeres se ha duplicado y de igual manera sus consecuencias, dependencia, abuso y consumo.

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