Cubo Rubick
Enviado por blackwolf17559 • 5 de Octubre de 2014 • 4.608 Palabras (19 Páginas) • 247 Visitas
INTRODUCCIÓN
El clásico rompecabezas de colores que casi todos consideran imposible de armar, es considerado un juguete para pasar el rato, sin embargo, este es un mecanismo de enseñanza para todas las edades; creado por el arquitecto Ernő Rubik, armar el cubo agiliza la capacidad de retención, solución de problemas y la velocidad mental, considerado así, como un juguete de gimnasia mental.
Por ejemplo: en el caso de la arquitectura el cubo desarrolla un visón espacial frente a aspectos arquitectónicos como color, línea, forma, figura, espacio, y la relación que existe entre ellos.
A lo largo de este texto de exponen los orígenes, las características y procedimientos para armar el cubo y cómo influye en el campo arquitectónico.
ERNŐ RUBIK
Ernő Rubik nace el 13 de julio de 1944 en Budapest, Hungría, en plena II Guerra Mundial.
Hijo de un hombre de ciencias (ingeniero aeronáutico) y de una mujer de letras (poetisa), recibe influencias de ambos progenitores que pueden apreciarse el resto de su vida.
A pesar de comenzar estudios de escultura, en 1967 se gradúa en la facultad de Arquitectura de la Escuela Técnica de Budapest, realizando estudios de posgrado sobre escultura y arquitectura de interior.
A principios de la década de los años 70 trabaja como arquitecto, para posteriormente convertirse en profesor de Diseño interior en la escuela de Artes Aplicadas.
ERNŐ RUBIK Y LA CREACIÓN DEL CUBO
En 1974, el Arquitecto y Escultor Húngaro Ernő Rubik trabajaba en el Departamento de Diseño de Interiores en la Academia de Artes y Trabajos Manuales Aplicados, en Budapest, Hungría. Un apasionado de la Arquitectura, a la que califica como una de las actividades más complejas ya que combina las características más propias de la Ciencia, de la Técnica y del Arte.
En su labor como profesor, está convencido de que la enseñanza es la mejor manera de descubrir y aprender, mediante la búsqueda constante de nuevos métodos de docencia y de esa búsqueda es como nace el cubo que hoy día lleva su nombre.
Es en la primavera de 1974 cuando le llega a Ernő la idea de construir un cubo de piezas intercambiables. Aunque inicialmente piensa en construir un cubo de 2×2, finalmente opta por construir un cubo 3×3 debido a que en este cubo los centros permanecen fijos. Prueba varios diseños, entre ellos uno fallido con gomas elásticas para sujetar las piezas. En el prototipo final da forma a las piezas de modo que se mantengan unidas gracias a que éstas encajan las unas con las otras. De esta manera consigue resolver el problema de diseño estructural que suponía el cubo para él, sin siquiera poder imaginar su posterior popularidad como juguete.
EL CUBO RUBIK COMO ELEMENTO DE ENSEÑANZA
Aunque generalmente se dice que el cubo fue construido como herramienta escolar para ayudar a sus estudiantes a entender objetos tridimensionales, su propósito también, es resolver el problema estructural de mover las partes independientemente sin que el mecanismo entero se desmoronara. Un cubo sólido que diera vueltas sin romperse o desmontarse. Con pegatinas de colores en sus caras, y con la capacidad de ser “revueltos” surge el primer Cubo de Rubik. Pero ser el creador no lo exentó del arduo trabajo para armarlo, pues una vez desarmado, él mismo tardó más de un mes para llegar a la solución a su rompecabezas. Rubik no se dio cuenta de que había creado un rompecabezas hasta la primera vez que mezcló su nuevo cubo e intentó volverlo a la posición original.
Como profesor, Ernő siempre estaba buscando nuevas formas de presentar la información de manera entendible, así que también lo usó como modelo para explicar a sus alumnos acerca de las relaciones espaciales de una manera más emocionante y didáctica, como objeto de arte, un móvil de la escultura que simboliza los fuertes contrastes de la condición humana: desconcertante problemas e inteligencia triunfante; simplicidad y complejidad; estabilidad y dinamismo; orden y caos.
Como con muchas de las invenciones más grandes del mundo, “el cubo mágico”, como fue llamado inicialmente, no tenía un nacimiento fácil. Después de presentar su prototipo para sus estudiantes y amigos Ernő comenzó a darse cuenta del potencial de su cubo. El siguiente paso fue que lo fabricó en masa. Los primeros cubos fueron distribuidos en Hungría, saliendo a la venta en 1997. Estos primeros cubos fueron comercializados como "Cubos mágicos”, pero su fama no podía quedarse en Hungría, sino que debía de ser reconocido mundialmente. En septiembre de 1979 se firmó un acuerdo con Ideal para vender el cubo mágico a nivel mundial, y el rompecabezas hizo su debut internacional en ferias de juguetes de Londres, París, Nürnberg y Nueva York en Enero y Febrero de 1980, pero la distribución del juguete bajo el nombre de "Cubo mágico" no persuadía completamente a los ejecutivos pues se asimilaba con objetos connotantes de brujería. Después de pasar una serie de distintas posibilidades de nombre como "El nudo gordiano" y "Oro Inca", se decidió llamarlo "Cubo de Rubik”.
Desde su lanzamiento internacional en 1980 hasta nuestros días, se estima, se han vendido más de 350 millones Cubos de Rubik. Aproximadamente uno de cada siete personas vivas han jugado con un cubo de Rubik.
La estética del cubo de Rubik es que cuando miras un revuelto, no sabes exactamente lo que se necesita hacer sin instrucción. Sin la instrucción es casi imposible de resolver, por lo que es uno de los inventos más exasperantes jamás inventado.
CARACTERÍSTICAS DEL CUBO RUBIK
Armar el Cubo Rubik es todo un ritual, pues requiere de una serie de algoritmos para hacerlo.
Un cubo de Rubik mide 5.7 cm por cada lado. El rompecabezas tiene 26 piezas en cubos pequeños. Cada cara incluye una extensión interna oculta que se entrelaza con los otros cubos, que le permite moverse a diferentes posiciones. Sin embargo, las piezas centrales de cada cara son fijas, esto hace la estructura para que las otras piezas quepan y giren alrededor.
Así hay 21 piezas: una pieza central consistente de tres ejes, los cuales sostienen a los seis centros cuadrados en su lugar pero dejando que giren, y 20 piezas de plástico que caben en él para formar el rompecabezas montado. Cada uno de los seis centros gira en un tornillo sujetador, un resorte entre cada cabeza de tornillo y su correspondiente pieza todo esto se mantiene a presión por lo que el conjunto se mantiene compacto, pero aun así se puede manipular muy fácilmente.
Hay seis piezas centrales que muestran una cara de un solo color, doce piezas arista que muestran dos caras de diferentes colores, y ocho piezas vértice que muestras tres caras de colores
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