Cuento De Responsabilidad

Rosita era una niña de 6to grado. Cuando estaba en el salón de clases, en lugar de dedicarse a hacer sus trabajos se ponía a jugar o a molestar a sus compañeros.

Mientras sus compañeros ponían atención en clases y estudiaban para los exámenes, ella seguía jugando, sin cumplir con sus tareas y no estudiaba para los exámenes.

Llego el día de presentar los exámenes y por supuesto que Rosita no sabía que contestar en ellos.

Al entregar las boletas, sus compañeros estaban satisfechos por sus calificaciones, ya que se habían sido responsables al poner atención en clases, cumplieron con sus tareas y estudiaron para los exámenes.

Rosita se puso triste al ver sus calificaciones y le dijeron sus compañeros, que debía de ser responsable, para que no le sucediera eso.

Entonces Rosita se preguntaba: “¿Dónde se encuentra?”.

Así, buscaba y buscaba por todas partes a la responsabilidad, pero no lograba encontrarla. La buscaba debajo de las mesas, detrás de los cuadros pensando que por allí la encontraría. Pero no había forma de hallarla.

Su profesora, preocupada, habló con ella y le preguntó: “¿Qué te sucede, por qué estás triste?”.

Rosita le contó que no encontraba a la responsabilidad. La maestra se quedó un poco sorprendida por la respuesta y le explicó que la responsabilidad está dentro de uno mismo y que consiste en poner atención y cuidado en las cosas que se deben hacer.

Rosita volvió a su casa y le contó a su mamá lo sucedido. Ella le explicó lo importante que es ser responsable, pues se beneficia la propia persona, que aprende y se hace cada vez mejor.

Después de pensarlo, Rosita decidió ser responsable de allí en adelante, y así lo hizo y nunca más volvió a jugar en clases, ni molestar a sus compañeros, cumplió con sus tareas y estudiaba para sus exámenes.

Rosita, su mamá, su profesora y sus compañeros se sintieron muy felices por el cambio.

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