Cuento Disparatado
Enviado por mcarmencr1802 • 24 de Octubre de 2014 • 384 Palabras (2 Páginas) • 409 Visitas
CUENTO DISPARATADO
Había una vez, un muñeco de madera que se llamaba Pinocho. Vivía con su abuelita en el bosque.
Un día que la abuelita no se sentía bien y se quedó en la cama, llamó a Pinocho y le dijo: - Pinocho, al salir de la escuela tráeme manzanilla para hacerme un té. No te quedes jugando y vuelve pronto.
-Si abuelita. Y en cuanto lo dijo, la nariz le creció un poquito.
Y Pinocho se fue rápido para que la abuela no lo viera.
Cuando iba a la escuela se encontró con uno de los enanitos que estaba preparando una caña para ir a pescar.
El enanito le dijo: - Hola Pinocho, ¿quieres venir a pescar al lago cerca de mi casa?
-Vamos, dijo Pinocho, olvidándose de los consejos de la abuela.
Cuando llegaron, Pinocho se asomó a la orilla para ver los peces y quiso tocarlos, y en un descuido se cayó al agua. El enanito lo quiso ayudar a salir pero solo no pudo. Pinocho gritaba asustado. El enanito fue a buscar a los otros y entre todos con una soga lograron sacarlo. Lo llevaron a la casita, Pinocho lloraba y tenía mucho frío.
Uno de los enanitos le secó las ropas al fuego, entre dos lo metieron en la cama; otro le dio la sopa caliente, uno le contó un cuento, otro le planchó la ropa y el más chiquito le dio un caramelo.
De pronto Pinocho vio por la ventana que ya era de noche y pensó en su abuelita que estaría preocupada esperándolo con la manzanilla.
Los enanitos le dieron un frasco para llevarle pronto a su abuela y le dijeron que con eso se le iban a curar todos los dolores.
Pinocho tomó el frasco, se despidió de los siete enanitos y se fue corriendo hacia su casa.
Cuando llegó, su abuelita estaba preocupada y le preguntó a Pinocho que le había pasado que venía tan tarde. Pinocho se puso a llorar y entre sollozos le contó a su abuela lo que le había pasado; y le prometió no distraerse más por el camino y hacer lo que la abuela le pedía.
Pinocho fue a la cocina y le preparó el té con la hierba que le dieron los enanitos.
La abuelita lo tomó y se sintió muy bien.
Y así, Pinocho y su abuelita se fueron a dormir tranquilos y felices.
...