Cuento Infantil
Enviado por nesitta78 • 16 de Octubre de 2014 • 332 Palabras (2 Páginas) • 219 Visitas
Objetivo: Enseñar a los niños/as el valor de compartir.
Edad niños/as: 6 años.
Título: La brujita egoísta.
Había una vez una brujita llamada Ágata. Era una brujita buena con un precioso pelo naranja y una simpática nariz respingona.
Un día llegó el cumpleaños de Ágata. Su mamá le preparó una superfiesta. No faltaba de nada, globos, tarta y hasta un gran regalo que Ágata estaba deseosa de abrir.
¿Puedo abrir ya mi regalo mamá?- preguntaba una y otra vez.
Venga…ya puedes mirar lo que es- le contestó su mamá.
Ágata abrió rápidamente el paquete y… Tacháaaaaan!!!!
¡Una escoba voladora! ¡Yujuuuuuu!
Al día siguiente Ágata salió desde muy temprano a la calle. Quería que todas las niñas vieran su escoba nueva.
Mirad lo que me han regalado por mi cumple- les dijo – es la mejor escoba que existe.
Las niñas se quedaron asombradas y soltaron un gran – Ohhhhhhhhh……!!!!!
No tardaron mucho en pedirle a Ágata que se las prestara
Porfi, porfi, déjanos sólo una vueltita
A lo que ella contestó refunfuñando
De eso nada, no no no, que es mía y sólo mía.
Las niñas se quedaron muy tristes. No entendían porque Ágata había sido tan egoísta si ellas siempre le habían prestado sus juguetes.
A la tarde siguiente Ágata volvió a salir a la calle, esperaba que las demás brujitas siguieran felicitándola por su nueva y estupenda escoba.
Pero cuál fue su sorpresa, cuando vio que todas estaban jugando juntas y no le hacían caso ni a ella ni a su escoba.
Pasaron unos días y Ágata los pasó solita en su habitación, viendo como las demás brujitas se divertían jugando y prestándose sus cosas.
Vaya, que bien se lo están pasando y yo aquí aburrida. Si hubiese sido más generosa y les hubiera prestado mi escoba…Pero tengo una gran idea!!!
A la mañana siguiente se fue a la calle, reunió a sus amigas y les dijo
Perdón por haber sido tan egoísta, no lo haré más, es más divertido compartir que jugar solita con ella.
Y después de un gran abrazo, todas las brujitas se pusieron a jugar felices y contentas.
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