Cuento sobre la obediencia
Enviado por judith2405 • 2 de Noviembre de 2015 • Tarea • 428 Palabras (2 Páginas) • 105 Visitas
Cuento sobre la obediencia
Cuando el tortuguito Leywis llegó al lugar de donde venía la música, se encontró que allí vivía un perro que se llamaba Franklin, el cual le dijo que él tenía mucha hambre y que si él no había pasado por algún lugar adonde hubiera comida abundante.
- Él le dijo: "tranquilo amigo, yo te voy a ayudar a conseguir comida. Cuando tu dueño se ponga a comer me avisas".
Así fue, cuando el señor José se iba a llevar un muslo de pollo a la boca, vino el tortuguito Leywis y le mordió el dedo gordo del pie.
Del dolor que le produjo la mordedura del tortuguito, soltó el muslo de pollo de inmediato, llegó el perro Franklin y se lo llevó corriendo para comérselo lejos porque tenía mucha hambre.
El señor Elvis se puso a llorar; de inmediato su esposa, la señora María le preguntó que por qué daba tantos gritos. Él le mostró la herida que le había hecho el tortuguito y le pidió que llenara una olla grande con agua y la pusiera en el fogón a calentar para meter al tortuguito dentro del agua caliente y poderlo comer.
Después llegó el perro y escuchó que la señora María buscaba afanada al tortuguito porque el agua ya estaba caliente, pero Franklin, el perro, sabía que matarían a su amigo el tortuguito Leywis por haberlo ayudado a conseguir comida.
Olfateó dónde se encontraba el tortuguito, que se encontraba debajo de una cama y le dijo: "Sssssh..., no te preocupes, que cuando se acuesten yo te abro la puerta para que salgas".
Cuando oscureció el tortuguito Leywis salió y el perro se despidió de el en la puerta.
El tortuguito tuvo mala suerte porque un señor que iba paseando por la calle lo vio y lo metió en un saco, pero como el perro vio que Leywis el tortuguito estaba en peligro, corrió muy de prisa y mordió en la nalga al señor.
Luego el señor soltó el saco y el perro Franklin ayudó a salir a Leywis, el tortuguito, del saco, cuando de pronto vieron que la mamá del tortuguito venía, llamándolo, junto con sus hermanitas.
El tortuguito Leywis le prometió a su mamá que la obedecería, ya que casi pierde la vida por desobedecerla. Y además, no había sido tan responsable dejando a sus hermanitas solitas.
FIN
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