Cuentos Infantiles
Enviado por ReichelPink • 26 de Noviembre de 2012 • 1.668 Palabras (7 Páginas) • 720 Visitas
EL PATITO FEO:
TRAMA:
Lo primero que pensó su madre, al ver al patito feo en el agua fue "Sin duda que es uno de mis pequeñitos.
Y si uno lo mira bien, se da cuenta enseguida de que es realmente muy guapo".
La vida del patito feo comienza en un corral en una granja donde fue el último en salir del cascarón, el último en recibir cualquier cosa y siempre el objeto de las burlas e insultos de los demás, después se escapa a un pantano con patos salvajes, es testigo de la matanza de los gansos salvajes en la temporada de cacería, escapa de ser la mascota de una vieja mujer entre otras aventuras.
En la primavera, el patito descubre, al ver su reflejo, que se ha convertido en un hermoso cisne.
MENSAJE:
Este cuento, con su graciosa parodia de la autoestima humana, se considera una metáfora de la experiencia de la incómoda etapa en el crecimiento de un infante.
Como cuento de hadas, es utilizado para hacer que los niños se sientan menos avergonzados sobre sus diferencias. La moral de la historia está oculta en el cuento: Poco importa que se nazca en el corral de los patos, siempre que uno salga de un huevo de cisne. Un ejemplo de la vida real sería un niño o una niña que se ve o actúa diferente a los demás niños y niñas alrededor de él o ella. El cuento de hadas trae la esperanza de que esas diferencias resultarán en beneficios especiales y un futuro brillante.
En teoría sirve para enseñarles a los niños que no deben discriminar a nadie por su aspecto físico porque todos llevamos un cisne dentro.
ACTIVIDAD:
*Colorear el patito.
LOS 3 CERDITOS:
TRAMA:
Había una vez tres cerditos que eran hermanos, y se fueron por el mundo a buscar fortuna. A los tres cerditos les gustaba la música y cada uno de ellos tocaba un instrumento. El más pequeño tocaba la flauta, el mediano el violín y el mayor tocaba el piano...
A los otros dos les pareció una buena idea, y se pusieran manos a la obra, cada uno construyendo su casita. - La mía será de paja - dijo el más pequeño-, la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad . Terminaré muy pronto y podré ir a jugar. El hermano mediano decidió que su casa sería de madera: - Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores, - explicó a sus hermanos, - Construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar. El mayor decidió construir su casa con ladrillos. - Aunque me cueste mucho esfuerzo, será muy fuerte y resistente, y dentro estaré a salvo del lobo. Le pondré una chimenea para asar las bellotas y hacer caldo de zanahorias.
Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema: -¡No nos comerá el Lobo Feroz! - ¡En casa no puede entrar el Lobo Feroz! De detrás de un árbol grande surgió el lobo, rugiendo de hambre y gritando: - Cerditos, ¡os voy a comer! Cada uno se escondió en su casa, pensando que estaban a salvo, pero el Lobo Feroz se encaminó a la casita de paja del hermano pequeño y en la puerta aulló: - ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! Y sopló con todas sus fuerzas: sopló y sopló y la casita de paja se vino abajo. El cerdito pequeño corrió lo más rápido que pudo y entró en la casa de madera del hermano mediano. - ¡No nos comerá el Lobo Feroz! - ¡En casa no puede entrar el Lobo Feroz! - cantaban desde dentro los cerditos. De nuevo el Lobo, más enfurecido que antes al sentirse engañado, se colocó delante de la puerta y comenzó a soplar y soplar gruñendo: - ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré! La madera crujió, y las paredes cayeron y los dos cerditos corrieron a refugiarse en la casa de ladrillo del mayor. ¡No nos comerá el Lobo Feroz! - Cantaban los cerditos. El lobo estaba realmente enfadado y hambriento, y ahora deseaba comerse a los Tres Cerditos más que nunca, y frente a la puerta bramó: - ¡Soplaré y soplaré y la puerta derribaré! Y se puso a soplar tan fuerte como el viento de invierno
Sopló y sopló, pero la casita de ladrillos era muy resistente y no conseguía su propósito. Decidió trepar por la pared y entrar por la chimenea. Se deslizó hacia abajo... Y cayó en el caldero donde el cerdito mayor estaba hirviendo sopa de nabos. Escaldado y con el estómago vacío salió huyendo hacia el lago
Los cerditos no le volvieron a ver. El mayor de ellos regañó a los otros dos por haber sido tan perezosos y poner en peligro sus propias vidas, y si algún día vais por el bosque y veis tres cerdos, sabréis que son los Tres Cerditos porque les gusta cantar: - ¡No nos comerá el Lobo Feroz! - ¡En casa no puede entrar el Lobo Feroz!!
MENSAJE:
El mensaje de este cuento es: que hay que ser trabajador.
Me encanta de este cuento y concretamente del cerdito del chalé no es su responsabilidad.
Lo más grande, es que cuando llegan los dos cerdos que previamente se han reído de él, que han retozado en el lodo, cantando y bailando mientras trabajaba ni siquiera les reprocha. Abre la puerta de su casa. Los deja entrar. Sin más. Y comparte con ellos la travesura de chamuscarle la cola al lobo. Es un cerdo sin rencor. Yo me quedo con eso.
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