Cuentos Para Clases De Valores

CUENTOS

Para tener en cuenta al narrar los cuentos:

Preguntas

1. ¿qué nombre le pondrías al cuento?

2. ¿cómo te sentiste al escucharlo?

3. ¿te hizo recordar algo?

4. ¿qué significa para ti?

1 Cuento

Había una vez cuatro jóvenes amigos que fueron a caminar por el campo juntos. El niño más pequeño, Jake,) se fue a jugar por su cuenta. Mientras se revolcaba entre el pasto alto, encontró una botella vieja. La levantó y corrió hasta donde se encontraban los otros para mostrarles lo que había hallado.

Tom, el niño más grande, tomó la botella y la abrió para ver si había algo adentro. Para su sorpresa una luz brillante resplandeció hacia fuera y una voz resonó desde adentro. La voz dijo: “Soy el guardián de esta botella mágica. Puedo concederles cualquier cosa que deseen. Cada uno de ustedes puede pedirme un deseo”. Los niños quedaron maravillados, con la mirada fija en la botella, por un largo rato.

El pequeño Jake rompió el silencio con voz excitada: “Me gustaría tener unos patines de ruedas nuevos”. “No hay ningún problema”, dijo el guardián de la botella, “los patines serán tuyos”. Un momento después, habló Jane. “Me gustaría ser la primera de la clase.” “¿Eso deseas?” dijo la voz, “eres una niña ambiciosa, ¿verdad? Sí, puedo hacer eso por ti.” Tom habló después: “¡Me gustaría ser el mejor jugador de fútbol de mi escuela!” El guardián rió: “¡Veo que hay otro ambicioso! No hay problema, puedo arreglar eso para ti.”

Jessie había permanecido en silencio todo ese rato, simplemente observando la interacción de sus amigos. “¿Qué me dices de ti, muchacho? ¿No deseas algo?”, preguntó el guardián de la botella a Jessie. “No, gracias”, dijo él. “¿Qué?”, dijo la voz: “¿No deseas nada en absoluto?” Jessie permaneció en silencio por un momento y luego dijo: “Bueno, en realidad quisiera algo. ¡Quisiera que tú desaparezcas de la faz de la tierra!” (Página 56) El guardián de la botella quedó pasmado: “¿Por qué quieres eso?” “Porque mientras tú estés por aquí concediendo deseos, los niños no tratarán de hacer las cosas por sí mismos. Hay muchas cosas que deseo, pero las obtendré por mi cuenta, ¡no mediante ningún deseo tonto!” La botella se rompió repentinamente y la voz calló para siempre.

2 Cuento

En un lejano país vivía un obispo.

Un día partió para realizar un largo viaje. Su barco navegó durante muchos días y finalmente se detuvo en una remota isla para aprovisionarse de agua y comida. El obispo fue a dar una caminata por la playa y se encontró con tres pescadores sencillos. Los pescadores estaban encantados de ver al obispo, se acercaron a él y le dijeron con orgullo en un inglés hablado a media lengua: 2¡Somos cristianos!” El obispo quedó muy asombrado. “¿Qué dicen cuando rezan?” Los tres hombres dijeron con inocencia: “Elevamos los ojos al cielo. Rezamos ‘nosotros somos tres, Tú eres tres, ten misericordia de nosotros’.”

El obispo estaba totalmente consternado ante la naturaleza primitiva y herética de la plegaria. Pasó el resto del día enseñándoles una plegaria larga y complicada. Era difícil para ellos recordarla ya que su inglés no era bueno y ninguno de ellos había asistido

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