Cultura Vial

¿Quién de ustedes alguna vez no se ha pasado un alto, o ha manejado sin el cinturón de seguridad? ¿Qué se les viene a la mente cuando escucha el término “cultura vial”?

En este discurso no tengo como finalidad obligarlos a manejar de una manera responsable, sino lo que busco es que hagan un poco de conciencia acerca de las consecuencias que puede conllevar el hecho de manejar sin responsabilidad alguna.

La problemática comienza desde la cultura del mexicano; el mexicano por naturaleza es optimista y piensa que nada va a pasar, que él no va a chocar nunca, pero la realidad es otra. En el 2011, se registraron 32,078 accidentes donde el conductor no traía puesto el cinturón de seguridad, y de estos, 564 con resultados fatales; curiosamente, el 70% de los accidentes de tránsito donde no se utiliza el cinturón son a menos de 2 kilómetros del domicilio particular del involucrado, y es aquí donde baso mi tesis que afirma que el mexicano es optimista y se cree “invencible”, piensa que la luz amarilla de un semáforo es para acelerar, cuando realmente es para frenar.

Pareciera que el mexicano siempre maneja con prisa, siempre quiere pasar primero, y no me pueden dejar mentir, la cultura vial del mexicano se basa en el “primero yo, luego los demás” y esto también es causante de accidentes, aunque de menor magnitud.

Los peatones tampoco se salvan del déficit de cultura vial en nuestro país, ya que el peatón no utiliza los recursos que hay para él en la vía pública, en vez de usar las banquetas, usan las calles, no usan los puentes peatonales, arriesgando su vida al sortear los vehículos que transitan en las avenidas, y esto es causante de accidentes, en su mayoría mortales.

Una de las faltas más recurrentes de los conductores mexicanos es que no respetan los espacios destinados especialmente para personas con discapacidad, dícese de rampas, cajones de estacionamiento exclusivo, etc.; ésta problemática va a seguir mientras las autoridades competentes no implementen sanciones contundentes ante estas faltas viales, por ejemplo, en los cajones de estacionamiento exclusivos para personas con discapacidad, hay letreros de que si no se cuenta con la acreditación correspondiente expedida por el DIF, se impondrá una multa de $6,000 MXN, sin embargo, en mi experiencia personal, nunca he visto que un oficial de tránsito imponga una multa a un automóvil sin acreditación; si alguno de ustedes va a un centro comercial o supermercado, encontrarán los lugares exclusivos casi llenos, y un automóvil o incluso ninguno cuenta con la acreditación correspondiente, y cuando se le reclama al infractor, éste responde de una manera déspota e indiferente, y ésta es parte de la problemática de la cultura vial en nuestro país, en lo países desarrollados las autoridades sí imponen las multas por no contar con acreditación y son una multas bastante elevadas, por lo que la gente no incurre en

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