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CÓMO LOGRAR CAMBIOS EDUCANDO EN VALORES


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2012  •  1.662 Palabras (7 Páginas)  •  634 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO UNIVERSITARIO PEDAGOGICO DE BARQUISIMETO

“DR. LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA”

SUBDIRECCIÓN DE DOCENCIA

PROGRAMA DE PROFESIONALIZACIÓN

NÚCLEO CORO

ÉTICA Y DOCENCIA

CÓMO LOGRAR CAMBIOS EDUCANDO EN VALORES

(Una visión de los aspectos positivos y negativos de la enseñanza)

Prof. Adda Rodríguez

Participante:

Petit Rivero, Saúl

Febrero, 2012

La educación hoy en día, es concebida como un proceso participativo donde tanto educadores como educandos unen sus esfuerzos y capacidades en búsqueda de que los individuos construyan su propio aprendizaje, esto es una educación constructivista, sin dejar a un lado los aspectos positivos del conductismo que era el tipo de enseñanza que prevalecía en épocas anteriores; sin embargo, es el modelo constructivista el que ha permitido un aprendizaje más dinámico, activo, analítico, cónsono con las fortalezas y debilidades de cada persona y actualizado con las nuevas tecnologías, todo ello dentro de un clima de respeto y armonía que en muchas ocasiones no era precisamente la norma imperante del modelo conductista caracterizado por ser más pasivo y donde el docente era el único dueño del conocimiento.

En base a lo expuesto anteriormente, en la película francesa Los Coristas se puede evidenciar que el modelo implementado para educar a los niños es represivo y hasta violento. A través de un sistema llamado “acción y reacción”, tanto el director como los docentes que laboran en la institución aplican severos castigos a los alumnos en la falsa creencia que éstos ayudarán a disciplinarlos y mejorar su conducta, puesto que son catalogados como “niños problema”, plan éste que no funciona y ni lleva a ningún resultado positivo porque utilizando este tipo de metodología educativa jamás se podrán lograr cambios positivos en los estudiantes.

El docente es concebido como un ser opresor, que castiga si el estudiante comete alguna falta o el rendimiento académico no es el esperado, no muestra ningún interés en las expectativas o aspiraciones que puedan tener sus alumnos, sino que, solo se limita a impartir sus clases (donde él es el dueño de la verdad absoluta) y a sancionar las malas acciones de los niños porque esa es la filosofía educativa que impera en el colegio “acción y reacción”; hay que pagar un precio por la falta cometida. Esto conlleva a que no exista confianza ni comunicación efectiva entre los participantes de la clase y trae como consecuencia el odio e irrespeto hacia los maestros y demás personal que allí trabajan por parte de los estudiantes y por supuesto no ayuda a la construcción del proceso enseñanza-aprendizaje.

Así mismo, la escuela es vista por los alumnos como un lugar de castigo y violencia y no como un centro de enseñanza donde pueden adquirir nuevos conocimientos que los prepare para la vida adulta. Al ser un reformatorio, los jóvenes y niños que allí residen y estudian son vejados y humillados, en otras palabras, no cumple con el rol que toda institución educativa debe poseer como lo es ser un centro donde los estudiantes participen en la construcción de su aprendizaje dentro de un clima armónico y de respeto. Tampoco se inculcan valores a los educandos, lo que evidencia que no se maneja ningún tipo de valores fundamentales para la buena educación de los jóvenes lo que trae como consecuencia actitudes rencorosas, baja autoestima y bajo rendimiento académico.

Con respecto a la relación padres-docente es prácticamente inexistente, no hay comunicación ni empatía entre los profesores y los representantes. Los padres se limitan a visitar a sus hijos y no conversan ni indagan con los maestros sobre el desempeño académico de los mismos.

Igual ocurre con la relación docente-institución, representada esta última por el director, quien solo se limita a impartir órdenes a sus profesores y llamarles la atención si algo no es de su agrado o no le parece. El director está convencido que esa es la mejor forma de desempeñar su cargo y cree que es el líder absoluto de la institución, lo que es contrario a lo que tiene que ser la máxima autoridad de un plantel educativo, puesto que un buen director debe mantener una excelente comunicación con todo su personal y por supuesto con los estudiantes, saber escuchar las opiniones de los demás, estar a abierto a los cambios y al progreso, y ser el garante de la buena educación de los estudiantes, todo ello en beneficio de la institución que representa y del eficaz desarrollo del proceso educativo; solo así se le podrá considerar un gran líder. Tampoco existe una buena relación madre-hijo, al quedar en evidencia que desconocen las

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