Cómo comprender y ampliar el contexto previo para entender y desarrollar una obra arquitectónica

Cómo comprender y ampliar el contexto previo para entender y desarrollar una obra arquitectónica.

Ana Joelle Pérez Pantoja

Universidad Autónoma de Querétaro

Licenciatura en Arquitectura

Teoría de la Arquitectura I

Cuando como alumnos entramos a la carrera de arquitectura, aspiramos con dejar huella en la sociedad con nuestras obras y proyectos y trascender de la modernidad. Y a medida que progresamos, aprendemos cosas nuevas, adquirimos nuevas habilidades, y la agudeza visual y el carácter de un arquitecto se va formando en muchos de nosotros. Se nos enseña la perspectiva europea, desde los maestros de la Grecia clásica, pasando por la edad media, el gótico, hasta llegar a los grandes como Le Corbusier, Frank Lloyd Wright y Mies Van Der Rohe. Pero pocas veces nos cuestionamos qué hay más allá de lo aprendido, y con el tiempo, olvidamos todas estas lecciones y las archivamos mentalmente en nuestra carpeta de “datos interesantes”; nuestros horizontes se cierran y al final diseñamos por deber, sin un previo análisis crítico y sin comprensión del contexto que nos rodea. Como arquitectos, ¿cómo podemos ampliar?

        La arquitectura ha formado parte de la vida del hombre desde que éste mismo existe, pues desde siempre hemos tenido la necesidad de habitar espacios, ambientes que nos permitan pensar y hacer. Y conforme hemos evolucionado, lo que hacemos y pensamos nos han llevado a expresar nuevas necesidades, y con ello a desarrollar espacios que se ajusten a ellas. Pero para dirigir la arquitectura hacia adelante es necesario mirar hacia atrás y analizar lo que hicieron nuestras generaciones pasadas, nuestros ancestros; buscamos continuamente ese punto de referencia que nos diga hacia dónde dirigirnos ahora. Y como aprendices, partimos de aquello que nos han enseñado en la escuela, un punto de vista limitado y lleno de prejuicios; y no nos cuestionamos de dónde ha salido esta información, pues después de innumerables veces escuchándolo, asumimos que es verdad esta información.

Pero es que esto no se puede criticar como algo malo e ignorante, pues de algún punto se debe de partir. Sin embargo, es responsabilidad del individuo rescatar aquellas ideas y ampliar su punto de vista, que le acerquen a la comprensión del contexto histórico, y, por lo tanto, a la razón de ser de las obras edificadas. En su libro Verdad y método, Hans-Georg Gadamer dice

“En realidad el horizonte del presente está en un proceso de constante formación en la medida que estamos obligados a poner a prueba constantemente todos nuestros prejuicios.” (Gadamer, 1975, p.376)

Esto quiere decir que mientras más nos cuestionemos la información actual con la que contemos, mientras más preguntas y cuestionamientos formulemos sobre cierto tema, podremos ampliar nuestra manera de ver y analizar la situación, y así encontrar una respuesta más certera al por qué de la manera de hacer arquitectura en el pasado, y cómo nos puede guiar para hacer arquitectura en el presente.

        René Descartes es un claro ejemplo de esto, pues en la primera parte de su libro El discurso de método, nos describe cómo desde su niñez hasta el momento donde se encontraba realizando sus estudios, tenía la necesidad por saber más y ampliar su conocimiento, leyendo libros y creándose sus propios cuestionamientos. Sin embargo, no por ello menospreciaba la educación y los conocimientos que se impartían en las escuelas, pues sabía que eran necesarias para comenzar a cuestionarse uno mismo sus prejuicios e ir en busca de nuevos conocimientos, y, por lo tanto, una visión más amplia, en nuestro caso de la arquitectura y del por qué de las edificaciones en cada una de las culturas y siglos pasados.

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