DEBATE

DEBATE

Hemos disfrutado intensamente de la oportunidad de impartir un seminario orientado a aplicar el debate competitivo en cuanto herramienta pedagógica en el aula, ofrecida por el Instituto de Ciencias de la Educación de la UPC,. El seminario estuvo orientado también a que el personal docente practicara sus propias habilidades de persuasión. En este post indicamos 10 pasos útiles para los docentes que quieran organizar un debate competitivo con éxito.

Un sueco en un día de primavera en Barcelona diría: hace calor; un brasileño diría: hace frío. ¿Quién tiene razón? Los dos, diría Protágoras, el “padre del debate”. Es que hay tantas realidades cuantos conceptos de realidades hay en las personas. Lo importante es entender las razones y argumentos detrás de cada punto de vista. El debate nace con la tradición democrática en la Antigüedad. Tiene sus orígenes en la necesidad de tomar decisiones analizando pros y contras alrededor de una cuestión importante. El debate es el ejercicio por excelencia de Retórica, que ha ocupado un lugar central en la educación occidental durante siglos, desde la Antigüedad hasta el siglo XIX, dando lugar a que se fundaran clubes universitarios de debate. Uno de los más antiguos y prestigiosos es la Oxford Union, fundado en 1823.

¿Qué es un debate competitivo?

Un debate consiste en el proceso de argumentar sobre los pros y contras alrededor de una tesis para poder tomar una decisión sobre qué posición adoptar. El objetivo es convencer a un jurado o una audiencia de que una de las dos posiciones es la mejor o la más correcta.

En la Edad Media se debatía hasta sobre el sexo de los ángeles. Actualmente se utilizan los debates como herramienta pedagógica en diversos ámbitos universitarios como: marketing (“¿está el futuro de los centros comerciales amenazado por el comercio electrónico?), economía (¿el establecimiento de normas financiara ayuda a la estabilidad financiera?) o biología (¿el gobierno ha de permitir la clonación humana con objetivos de investigación?).

Los debates universitarios alcanzaron mucha popularidad especialmente en el ámbito anglosajón. En España, sin embargo, en la mayoría de universidades encontraremos también un club de debate liderado por los propios estudiantes que participan activamente en diversas ligas anuales de debate competitivo.

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