DELFINOTERAPIA

Delfinoterapia

La delfinoterapia es una novedosa terapia que combina la biosónica y la terapia sacro-craneal que usan las emisiones acústicas de los delfines. Los pioneros de esto fueron dos personas: el primero, el doctor Horace Dobbs, de Escocia, autor de numerosos libros. Es una autoridad mundial reconocida en el ámbito de los delfines y especialmente en su comportamiento y actitud hacia los humanos. El segundo es el doctor David Nathanson de Florida, un reconocido oncólogo.

Ellos fueron los pioneros de tratamientos con delfines para el tratamiento de pacientes con diferentes grados de depresión y autismo, además de tratamiento de pacientes con síndrome de down. Luego fundaron la fundación Delfín Mediterráneo, en el cual sus objetivos y metas se cumplieron efectivamente.

Los delfines poseen ondas que utilizan para localizar a otros delfines y animales, es decir, con este "sonar" pueden reconocer su entorno. Estos sonidos no son audibles para nosotros, no obstante, estas ondas llegan de manera directa a nuestro sistema nervioso en forma corporal y mental. Estas ondas nos hacen sentir bien.

Dada la naturaleza del delfín, este mamífero es un ser alegre, dócil, simpático e inteligente, es por eso que esa alegría que irradian es también contagiosa para los niños, sobre todo para los autistas que han sido tratados con los diversos tratamientos convencionales sin ningún éxito. Este método con delfines rehabilita tacto física como emocionalmente, y da a la persona tratada muchas sensaciones de tranquilidad y sosiego.

También, se debe a que los delfines son animales que han estado acostumbrados a la constante presencia del hombre en su hábitat y por eso no les es difícil socializar con nosotros, en especial cuando de niños se trata, puesto que una parte de la delfinoterapia también se aplica en bebes recién nacidos, sin límites de edad.

Los delfines más utilizados son los que popularmente se conocen como “nariz de botella” y cuyo nombre científico es Tursciops truncatus. La esencia de la delfinoterapia consiste básicamente en habilitar sensaciones a través del sentido del tacto. Tocando el delfín en la columna, aletas y cabeza del delfín con las manos, los pies, la piel y otras partes del cuerpo recibimos ondas beta, alfa y theta, las cuales son ultrasónicas. La duración de las sesiones suele durar entre 15 a 30 minutos; esta variación está ligada al tipo de persona, edad o tamaño, puesto que no es lo mismo iniciar la sesión con un niño de 10 años que con un bebé recién nacido. Al final de las sesiones suele también complementarse la terapia con actividades como masajes, ejercicios cognoscitivos y terapias que los terapeutas en algunas ocasiones puedan considerar convenientes.

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