DESARROLLO PRAGMÁTICO
Enviado por pelikano • 5 de Octubre de 2012 • Tesis • 1.118 Palabras (5 Páginas) • 417 Visitas
DESARROLLO PRAGMÁTICO
EL DESARROLLO COMUNICATIVO CONJUNTO
El lenguaje es fruto del desarrollo comunicativo conjunto.
El desarrollo del lenguaje arranca desde el nacimiento del niño, que tiene que aprender a comunicarse, a contar cosas; esto ocurre en los procesos de socialización. Por lo tanto, el desarrollo del lenguaje se produce en la sociedad y está sometido a las normas de socialización. El lenguaje y la función cognitiva simbólica emergen en los procesos comunicativos de transmisión cultural. El desarrollo comunicativo es el acceso negociado a la cultura y constituye una tarea conjunta adulto-niño. El niño aprende porque negocia significados con los adultos; el adulto tiene que optar (conscientemente o no) por diversas opciones: preguntar, corregir, ampliar lo dicho... En el marco del desarrollo comunicativo y conversacional conjuntos el niño aprende el discurso con la ayuda de los adultos.
ETAPAS EN EL DESARROLLO COMUNICATIVO CONJUNTO:
Los primeros encuentros (0-2 meses): el objetivo de la llamada interacción temprana es que el niño debe adaptarse a las exigencias del medio, la madre le impone horarios de comida, baño, etc. y con ello la regularización de los procesos biológicos básicos y adaptación a las exigencias del entorno.
Las interacciones cara a cara (2-5 meses): la comunicación es más tangible. Se dan los primeros contactos visuales y vocálicos duraderos. El niño mira a la madre y viceversa, si uno desvía la mirada el otro también (leguaje de las miradas). Si el niño no mira a la madre o al revés, no hay comunicación; lo mismo ocurre con los sonidos vocálicos. Hay una regulación mutua de la atención y respuesta en situaciones cara a cara.
Los temas compartidos (5-8 meses): incorporación de los objetos a la interacción. Hay un desarrollo en el niño de las capacidades manipulativas que hace que el niño coja todo lo de su alrededor (primero lo coge, luego lo mira y luego lo señala), que centra la atención del niño y de la madre. Se trata de asegurar los temas compartidos. Se produce una triangularización: el niño, el adulto y un objeto. Hay conductas referenciales: convergencia visual, gesto deíctico (señalar) y acción sobre los objetos. Si esto no se produce, el niño tendrá problemas de socialización.
Los pseudodiálogos (8-18 meses): presupone habilidades relacionales e integrativas. El niño ya ha desarrollado unas habilidades y ya utiliza el lenguaje, utiliza las primeras etiquetas y comparte los significados. El niño tiende a propiedades del diálogo, simetría conversacional, reciprocidad e intencionalidad; pero, aún no lo alcanza, por eso aunque el niño hable y el adulto le conteste no consideramos que haya diálogo porque el niño interviene menos pues no tiene conocimientos suficientes. También, el niño adquiere la capacidad de elaborar planes (de pedir algo), es reactivo, no espera a que la madre se lo de sino que es más proactivo y lo pide él. Además es capaz de combinar su actividad con las personas y con los objetos, ya no hay triangularización sino atención compartida. Pide cosas con “proto-imperativas” y enuncia con “proto-declarativas”. Es capaz de hacer referencia social, coordinar personas, compartir la atención.
La conversación (18-24 meses): a partir de aquí el niño tiene unas habilidades conversacionales básicas pero, el desarrollo del lenguaje durará toda su vida. Adquiere los conocimientos básicos para estar en una simetría, la representación simbólica y verbalización progresiva de la interacción, ya no señala y nos dirigimos a él en términos verbales. La conversión supone reglas formales y de contenido complejas, que se supone que el niño debe empezar a aprender en esta etapa. En una conversación hay intercambio
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