DESPEDIDA A UN MAESTRO
Enviado por LAHRY84 • 17 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 453 Palabras (2 Páginas) • 486 Visitas
DESPEDIDA A UN MAESTRO QUE SE JUBILA.
Apreciables maestros.
Compañeros alumnos.
Algo importante nos ha movido para que maestros y alumnos, estemos en estos momentos reunidos y, más que celebrar un acontecimiento, ser testigos de algo que no sucede todos los días.
Se trata de la culminación de una labor tan noble, tan bella en el campo de la educación, en donde el maestro, juega un papel preponderante en y con los niños, todos ellos parte medular del engranaje, en el proceso enseñanza-aprendizaje.
Es un honor compartir con todos ustedes, estos momentos, en los que un querido y apreciable maestro, sella su gran obra, como artesano de la educación, que durante 40 años ininterrumpidos se dedicò a moldear conciencias, con el calor que produce esa entrega, cuando hay vocación y profesionalismo.
Maestro Margarito: aquí estamos con usted, sus compañeros maestros y sus queridos alumnos.
Reciba este sencillo programa como un homenaje humilde; pero sincero, de quienes lo estiman y reconocen su trabajo y capacidad al frente de la Escuela Primaria “Ignacio Manuel Altamirano” .
El maestro es un manantial de sabiduría, cuya vida y obra fluyen como las aguas de los caudalosos ríos, que van sorteando cascadas y obstáculos que a su paso encuentran.
El fluir de cada segundo, de cada minuto, de cada hora, de cada dìa, de cada año, el maestro va nutriendo de conocimientos a centenares de niños, que en el futuro habrán de ocupar su lugar.
Cada gota de sabiduría derramada habrá de convertirse en energía, en luz, en fruto.
Maestro: Margarito, usted ha llegado a la meta con la satisfacción plena, con la sonrisa a flor de labios que producen el deber cumplido.
Usted sabe de sinsabores, de ingratitudes; pero también de mieles que las vicisitudes de la vida deparan en el ser humano.
Usted como sembrador en el extenso campo de la educación, ha dejado en los surcos del largo camino recorrido, mucho de sí mismo, parte de su valiosa vida; pero a cambio se lleva, en el álbum de los recuerdos, la sonrisa sana de sus niños que bajo su sombra crecieron.
Usted con su obra, callada y constante, ha escrito muchas páginas convertidas en racimos de hojas del sagrado libro: árbol de la vida, maravilloso el cual se llama: Margarito Martínez Vázquez, se aparta del quehacer docente y se despide por voluntad propia, más las puertas de su querida escuela, siempre estarán abiertas para usted por su gran tenacidad y ejemplo, fue guía y amigo.
Gracias por esa entrega, por esa sabia verdad, por esa luz que ciega la ignorancia, por esa palabra de apoyo.
Para quien pido, no un aplauso, sino un minuto de aplausos como una manera de reconocer su ardua y noble labor, gracias por todo.
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