DIRECTRICES PARA EL AHORRO DE ENERGÍA EN LA MOVILIDAD INTERURBANA

INTRODUCCIÓN

Las actividades diarias del ser humano pueden consistir en muchas cosas, una muy importante es la movilidad, como se desplazan para realizar sus tareas del día a día, el traslado puede llevarse a cabo de muchas formas, ya sea caminando o utilizando vehículos motorizados (autobuses y automóviles) o no motorizados (bicicletas). Dicha circulación, consta de espacio, tiempo, energía y recursos financieros, también puede traer consecuencias negativas como accidentes, contaminación de la atmósfera, acústica y congestión vehicular.

En las últimas décadas la urbanización se ha reflejado de manera intensa, esto lleva a la necesidad de cuidar las ciudades para que sus espacios ofrezcan una buena calidad de vida, lo cual incluye condiciones adecuadas de movilidad de personas y mercancías.

Esta necesidad se intensifica en las grandes metrópolis que ya registran graves problemas sociales, económicos y ambientales relacionados con el desplazamiento de sus habitantes sumando los aspectos sociales y económicos del análisis de la movilidad con el objetivo de investigar no sólo cómo las personas se mueven sino también cuál es la motivación que las lleva a hacerlo y las condiciones bajo las cuales se desplazan.

DIRECTRICES PARA EL AHORRO DE ENERGÍA EN LA MOVILIDAD INTERURBANA.

Diversos trabajos revelan que los transportes para viajeros más eficientes son el autobús y el ferrocarril. No obstante, la administración ha optado por una propuesta principal que se basa en la infraestructura para vehículos privados, dejando así, en segundo término, al transporte público.

La ausencia de planificación sobre la movilidad interurbana con criterios ligados a la sostenibilidad supone un despilfarro energético, por ello es necesario abordar nuevos planes de movilidad.

Una propuesta es la infraestructura de transporte dotadas con elementos consumidores de energía como lo son: Iluminación, señalización, motorización, entre otros. Estos deberán ser autosuficientes, pero para ello es importante modificar la normativa.

Como líneas de actuación se encuentra el desarrollar planes de movilidad con medios de transporte alternos al vehículo privado, estos planes deberán incluir núcleos urbano-rurales.

Vincular a la medida de lo posible nuevos desarrollos urbanos, por ej. Crear red de bicicletas alrededor de estaciones, implementar planes de mantenimiento de infraestructuras viarias que incluyan programa de ahorro y eficiencia energética.

En algunos medios se aborda como algunos estados del país como Querétaro y San Luis Potosí optaron por introducir al servicio de transporte público autobuses que funcionen con gas natural. Esto basado en la premisa que la quema de este recurso emite menos gases que la combustión del Diésel. Estos vehículos junto a unidades compactas que cumplirán la función de taxis son suministrados por la compañía Mercedes Benz.

Por otro lado, Toyota introducirá el 2020 más de 100 autobuses de pila de combustible. Esto quiere decir que funcionan a base de hidrógeno. La justificación es “ofrece una mejor eficiencia energética en comparación con los motores de combustión interna, además de un rendimiento medioambiental superior, sin emisiones de CO2 (dióxido de carbono) ni de sustancias nocivas al circular” (TOYOTA 2017).

El monorriel es un sistema de transporte en la que trenes se encuentran suspendidos o desplazados en una estructura basada en un solo riel. Este es impulsado por un motor eléctrico y se mueve a través de levitación magnética.

 El Schwebebahn de Wuppertal es un claro ejemplo de la implementación de este sistema. Este comunica la ciudad de Berlín en un recorrido que abarca Oberbamen y Sonnborner Straße en un recorrido de 30 minutos. Mueve de manera eficiente 82000 pasajeros diarios y no emite contaminantes de manera directa.

Todos estos sistemas muestran ser una ventaja al sistema de transporte actual basado en motores de combustión interna. Son medios novedosos, con una alta eficiencia energética y que impactan favorablemente al medio ambiente.

Pero es importante señalar los retos a resolver para lograr una implementación generalizada de estos sistemas a futuro. En el caso de los autobuses es necesario señalar los riesgos a correr al utilizarse el gas natural y el hidrogeno como combustibles, ya que estos poseen una volatilidad superior a la gasolina. Además de los altos costes de inversión inicial en adquisición de estos vehículos y su mantenimiento, ya que estos tienen una menor compenetración en el mercado actual.

En el caso del monorriel, pese a tener un mayor tiempo de existencia y desarrollo, tiene como retos los costes de inversión inicial altos por la tecnología electromagnética, construcción de infraestructura especial y la modificación de la urbanidad. Estando latente estos retos a superar para mejorar y eficientar el transporte público, pero los beneficios a medio y largo plazo son los detonantes para impulsar su implementación generalizada.

MEDIDAS A ADAPTAR

Como posibles medidas a adaptar para una mejor de movilidad interurbana y ahorro energético se encuentran: La desincentivación del transporte privado, así como la regulación del aparcamiento.

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