¿De Donde Vienen Los Derechos Humanos?

La primera demanda sobre la fuente externa de los Derechos Humanos es Dios. Pero la experiencia nos ha demostrado que puede ser citado a conveniencia. Aquellos que dicen hablar en nombre de Dios han usado los Derechos Humanos como táctica para servir a un partido politic, a la religión o bien a sus prpositos personales.

¿Pero quienes somos nosotros para estimar que lo que ahora se considera una lectura correcta de la ley de Dios, no estará en el futuro sujeta a nuevas correcciones? En un mundo aparte, donde muchos claman que saben el deseo de Dios y donde no hay consenso de la metodología para entender estas cosas, Dios no debe ser invocado como la fuente de Derechos Humanos.

2. La naturaleza como fuente de Derechos Humanos

Tradicionalmente como fuente de los derechos fundamentales se ha considerado a la naturaleza humanas. Pero nosotros no tenemos una naturaleza singular o única somos criaturas de fuerzas accidentales que no tienen un propósito o destino preordenado.

Sin embargo, hay quienes consideran que la naturaleza es fundamentalmente buena, Ciceron consideraba que cualquier cosa que se encuentraen el curso de la naturaleza, debe ser considerada buena.

Incluso, hay quienes consideran que la naturaleza es la imagen de Dios. Pero esto es mas una tautología de que Dios es bueno y omnipotente.

La realidad es que la naturaleza es moralmente neutral. La naturaleza es quien nos da unos hermosos días de sol seguido de inundacionesque causan muertes.

Pero pueden los diversos componentes de la naturaleza ser trasladados directamente a la moralidad, legalidad o Derechos Humanos. La compleja relacion entre lo que es la naturaleza y debe ser la moralidad, debe ser mediada por la experiencia humana. Un sistema basado en Derechos Humanos no es, por cierto, la condición humana; si acaso hay una condición es cercana a la tiranía.

La función de los Derechos Humanos, por cierto, de la ley de la moralidad, es cambiar la condición natural para mejorarla sobre la naturaleza, para domesticar a la bestia salvaje y elevarnos del terrible estado de la naturaleza al estado de civilización.

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