De lo fallido
Enviado por Dulciinea • 20 de Septiembre de 2011 • Ensayo • 380 Palabras (2 Páginas) • 486 Visitas
De lo fallido
En un momento pude verla a través de la delicada cortina que cuelga de su ventana. La vela alumbraba su hermoso y largo cabello y ella lo cepillaba lentamente entonando una muy breve canción.
Catalina, te amo, siempre te amé me he perdido profundamente en mis pensamientos imaginando que me amas y que estarás conmigo, aunque sé que eso no será posible te amo. Una nube secreta cubre mi amor.
El impedimento de la oscura muerte nos persigue, tú obligada a ser la mujer de otro y yo atado a los deseos de mi madre casado con esa horrible mujer celosa, obsesiva, destructiva y además enferma… No tengo nada, no tengo a nadie, me siento tan solo y tan desgraciado, porque siempre estuve enamorado de ti y nunca me atreví a decírtelo, te miraba hermosa como tu eres, tocando el piano, el Nocturno 2 de Chopin, ¿Lo recuerdas?, nuestra pieza favorita, todo era perfecto, todo era como debía ser la luz de la vela iluminando tu pálido rostro, el viento soplando a la ventana y llevando el frío de la brisa invernal y el suave aroma del jazmín, y sólo tú, yo , Chopin y la noche, esa que hubiera deseado eterna.
Ahora no me queda nada Catalina, he fallado en tantas cosas que el perderte a ti me sabe a hiel amarga, nunca seguí a mi espíritu, nunca he sido realmente libre. Atado a las cadenas de mi padre he sido médico sin vocación y sin sentido real de lo que realizaba… siempre quise ser escritor, sí grande como Turgueniev, Dostoievsky o Chéjov, pero mi espíritu gris debe conformarse con recetar jarabes y ungüentos para la gripe.
Andrés…triste Andrés, sin carácter pobre diablo me das tanta lástima y ahora pagarás el precio de haber sido siempre el “recto Andrés, el obediente hijo y el caballero cabal”…Sufre y regodéate en tu miseria ve a tu madre anciana ya enfermar, a tu padre escribir y… a tu amada mujer casada con otro mientras tú quedar viudo en un mes. Me alegra mucho que todo esto pase, que sólo pueda mirarte a través de la cortina de tu habitación cantando la breve cancioncilla que es dulce como quien la interpreta, mientras cepillas tu largo cabello y mientras yo vivo para lamentar eternamente lo fallido
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