Decálogo de la Calidad Total.

Decálogo de la Calidad Total

La calidad es un concepto subjetivo. La calidad total es un concepto sobre el que se desarrollan los modelos que buscan la excelencia detrás de un producto o servicio que busca satisfacer una necesidad. Estos modelos tienen diferentes objetivos, pero parten del mismo enfoque. Los objetivos más relevantes se describen a continuación.

El primero de los objetivos, y el que personalmente considero más significativo es que la calidad total debería buscar primordialmente la satisfacción de las necesidades cambiantes del cliente. Esto no sólo conociendo sus expectativas básicas, sino que, superándolas al menor costo posible, en forma oportuna y confiable. Es uno de los más relevantes ya que sin clientes no hay empresa. Por lo tanto, siempre hay que escuchar la voz del cliente especialmente en un mundo de cambios acelerados como al que nos enfrentamos hoy día.

El segundo, es que las empresas deberían adoptar un modelo de calidad en sus productos y/o servicios. Con esto incrementaría la confiabilidad por parte de sus clientes al asegurar que el producto o servicio se mantenga dentro de las políticas de calidad establecidas o convenidas, como por ejemplo cuando hay contratos de por medio. La calidad de un producto es, por tanto, una consecuencia de cómo una empresa está organizada.

El tercero, es que la calidad es una responsabilidad individual y colectiva. Esto quiere decir que debe partir del interés y la participación de todos. Debe promoverse la colaboración de todas las partes involucradas.

El cuarto, la optimización de los procesos. Es importante para las empresas trabajar bajo la premisa de qué los procesos siempre podrán ser modificados para ser más eficientes, en muchos casos inclusive con pequeños cambios y no necesariamente que impliquen un costo para la empresa.

El quinto, la eliminación de desperdicios y la mejor utilización de los recursos. La eliminación de desperdicios presenta resultados inmediatos en la reducción del costo, aumento de la productividad, organización del área de trabajo, entre otros. Todo el personal de la empresa se debe convertir en especialista en la eliminación de desperdicios, para lo cual la dirección de la organización debe propiciar un ambiente que promueva la generación de ideas y la eliminación continua de desperdicios.

El sexto, el desarrollo y la capacitación del talento humano. Muy pocas empresas parten de lo básico, capacitar a sus colaboradores en temas de calidad. Los empleados juegan un papel primordial, ya que ellos trabajan directamente en el área de producción y/o brindan el servicio tanto a clientes internos como externos.

El sétimo, el control de calidad. A lo largo de la carrera, he escuchado de diferentes fuentes que lo que no se mide no se controla, y parece ser algo lógico sin embargo muchas empresas fallan en este tema. Es importante definir los indicadores bajo los cuales la empresa puede medir si los resultados son los esperados o identificar si hay algún problema al cual debe prestársele atención. Existen muchos métodos estadísticos para controlar los procesos, con esto la calidad deja de ser una herramienta para convertirse en una estrategia de negocio.

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