Declaración de la independencia del YUGO español

19 DE ABRIL DE 1810

DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA DEL YUGO ESPAÑOL.

GLORIA AL BRAVO PUEBLO

QUE EL YUGO LANZO

Estas dos primeras líneas de nuestro Glorioso Himno Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, de nuestra patria querida, de nuestra Amada Patria nos trasladan a través del tiempo al 19 de Abril de 1810 y un poco antes donde se inició el grito de la Independencia.

En virtud de los acontecimientos ocurridos en España, se abría la oportunidad para América de constituir juntas soberanas y por su puesto en Venezuela era urgente que los Criollos tomaran el poder de esas Juntas, noticia favorables a su propósitos, maniobraron rápidamente por conducto del Alcalde de Caracas, Don José de los LLamosos, para obtener la convocatoria del ayuntamiento el día 19, con el propósito de pedir desde el la definitiva constitución de la junta.

Con mira de hacer ambiente a este paso Revolucionario, la noche anterior a la fecha fijada para la reunión del Cabildo, los más exaltados cabecillas del movimiento: Dionisio Sojo, Mariano y Tomas Montilla, Manuel Días Casado, José Félix Ribas, Nicolás Anzolar Martin Tovar y muchos otros se acumieron en casa de José Álamo y allí acordaron en salir a los distintos barrios de la ciudad para procurar que un público numeroso y favorable a sus propósitos asistieran a la reunión del ayuntamiento.

El 19 de Abril, Jueves Santo, la ciudad de Caracas se preparaba para las Fiestas Litúrgicas, pero los acontecimientos políticos que se desarrollaron, hicieron de esa fecha religiosa, un momento único en la historia Venezolana.

El Cabildo de Caracas, reunido en la actual Casa Amarilla, esperaba al Gobernador y Capitán General Vicente Emparan, por supuesto el objetivo de esa reunión era desconocer la autoridad de Emparan y proclamar una Junta de Gobierno.

Al llegar encontró el recinto rodeado de una concurrencia heterogénea, percibió al instante una marcada hostilidad. Dándose cuenta que le esperaba una seria batalla, se armó de toda serenidad posible y entro al salón, dispuesto a ser reconocido del Consejo de Regencia, constituido por la junta de Sevilla (España) antes de disolverse. Pero muy pronto pudo advertir que el ayuntamiento estaba unanimente contra el cambio de táctica, y para ganar tiempo declaró que en su carácter de Capitán General no se oponía a la Constitución de una Junta en Caracas, pero creía necesario para dar un paso tan grave, esperara el concepto de los comisionados de la regencia. Luego, poniéndose en pié, levanto la sesión.

Todo indicaba que, por la habilidad de Empara, ahí terminaba todo; pero cuando iba camino a la Catedral a presenciar los oficios del jueves Santo, Francisco Salías unos de los valientes hombres de la patria, se adelantó y lo tomo por un brazo, le ordeno con fuerza, valentía e insolencia

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