Democracia
Enviado por isco1306 • 14 de Diciembre de 2013 • 414 Palabras (2 Páginas) • 202 Visitas
CAPITULO V.- OPINIÓN PÚBLICA y DEMOCRACIA GOBERNANTE
Si democracia es gobierno del pueblo sobre el pueblo, en parte será un sistema gobernado y e parte gobernante, ¿Cuándo es gobernante? Cuanto vota, en ocasiones electorales. El nombre gobernante asignado en las elecciones no se debe sobrevaluar, pero tampoco sobrevaluar.
Entre opciones electorales y decisiones de gobierno se interpone un amplio margen de discrecionalidad: las elecciones establecen quien gobernará, pero no señalan el contenido que tendrá ese gobierno. En las elecciones cuentan las manifestaciones individuales de la voluntad, hacen el cómputo de las opiniones.
La expresión opinión pública se remonta a los decenios que precedieron a la Revolución Francesa de 1789; no sólo se trata del hecho de que los iluminados se asignaban la tarea de difundir las luces y por lo tanto, de formar la opinión de un público.
El público en cuestión es, sobre todo, un público de ciudadanos, un público que tiene opinión sobre la gestión de los asuntos públicos y, por tanto, sobre los asuntos de la ciudad política.
Una opinión es pública en función de dos características: la difusión entre el público y la referencia a la cosa pública.
Pasemos al gobierno por consentimiento, es decir, a la tesis de que un gobierno que nace de las opiniones de los electores y que gobierna en sintonía con estados prevalecientes de opinión pública es, precisamente un gobierno fundado sobre el consenso.
Las sociedades pueden ser consensuales o conflictivas, integradas, segmentadas o desintegradas. Pero es un hecho que las formas democráticas están sobrepuestas, tanto en sociedades consensuales cuanto en sociedades conflictivas. La democracia es maximizada y enriquecida por el conflicto.
El consenso a nivel de comunidad tiene por objeto el sistema de creencias y, por tanto, los valores de fondo. Si una sociedad-Estado determina comparte los mismos objetivos de valores, tales como libertad, igualdad y creencias pluralistas, entonces estamos en presencia de una cultura política homogénea. Según Almond está caracterizada por una cultura política heterogénea y fragmentada. Una cultura política no es ideología, la noción de cultura política está por encima de la ideología y también se distingue porque se aplica a creencias difusas, no específicas.
El consenso que verdaderamente es condición necesaria, es el consenso procedimental, el convenir sobre las llamadas reglas del juego. Las reglas del juego son muchas pero, a nivel régimen, la regla primaria es la que decide cómo decidir, las que establece un método de solución de conflictos. Una sociedad expuesta a estancarse en cada conflicto; y en tal caso, conflicto es la palabra justa.
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