Derecho Romano

EL DERECHO ROMANO

El Derecho Romano se debe entre otras causas a la división existente en la sociedad romana entre patricios y plebeyos, de donde podemos presumir fueron permeadas algunas disposiciones presentes en la Ley de las XII Tablas.

Lo anterior debido a que las traducciones legales romanas estaban en manos de los patricios y todos los asuntos relacionados con lo que nosotros conocemos como derecho recaían sobre el Pontifex Maximus, evidentemente patricio, que aplicaba la tradición pontifical según convenía a sus intereses; las reclamaciones plebeyas eran que se codificara la tradición en forma de leyes. Resultando así el primer cuerpo legal conocido y estructurado, Ley de las XII Tablas. La compilación legislativa se fue realizando de forma acumulativa a través de los Edictos del Pretor. A partir de la Ley de las XII Tablas, los Pretores asumieron la función jurisdiccional.

Al principio los pretores eran sólo dos, Pretor Urbanos se dedicaba a juzgar asuntos solo de ciudadanos romanos, el Pretor Peregrinus, atendía casos exclusivamente de los no ciudadanos. Los casos tratados eran bastante variados, las relaciones comerciales obligaron a la creación del precedente del llamado derecho contractual, un derecho ultro citroque obligatio (que obliga a ambas partes), a partir del cual nace el llamado Ius Gentium, derecho de gentes.

El sistema legal romano fue complicándose cada vez más, ya que los Tribunos de la Plebe a través de los comita tributa elaboraban Plebiscitos sobre los más variados asuntos, políticos, económicos, jurisdiccionales, mientras que el Senado, a través de las resoluciones llamadas Senatus Consultum, jurisprudencia.

Con el advenimiento del Imperio, los emperadores asumieron la función de los Tribunos de la Plebe con el ejercicio de la Tribunicia Potestas, lo que les permitió legislar a través de los Edictos y Constituciones imperiales (edicta, mandata, decreta y rescripta)

Este conjunto de disposiciones fue un enorme y farragoso aparato de leyes de diferentes rangos, muchas veces contradictorias, lo que hizo necesaria la aparición de la figura de los jurisconsultos (o Juristas), Ulpiano, Papiniano, Modestino, Gayo y Paulo.

El emperador Justiniano patrocinó la recopilación de todas las disposiciones en el Corpus Iuris Civilis, que consta de las Instituciones o principios generales de derecho, del Digesto, del Codex Iustinianus o recopilación de leyes en vigor desde tiempos Republicanos hasta la redacción del Corpus legal de Justiniano, y las Novelas, que recogen las leyes emitidas en Bizancio a partir de Justiniano.

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