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Derechos Humanos Y Globalizacion


Enviado por   •  25 de Agosto de 2012  •  3.820 Palabras (16 Páginas)  •  779 Visitas

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“Globalización” y Derechos Humanos

Pedro Montes, 27 de mayo de 2000

Lo primero que habría que señalar cuando se relaciona la “globalización” económica con el respeto a los Derechos Humanos es que con ellos se hace referencia a una situación y a unas aspiraciones que no tienen nada que ver entre sí o, cuando menos, que no son incompatibles.

Leonardo Boff, para desmitificar la “globalización”, ha dicho que ésta comenzó en 1519 / 22, cuando la expedición de Fernando Magallanes completó por primer vez la vuelta al mundo. Pero aun si admitimos que la “globalización” es un fenómeno nuevo, caracterizado por unas crecientes y muy intensas relaciones económica de todos los países, no existen, sobre el papel, razones para que este nuevo estado de cosas, cuyo impulso último viene dado por el desarrollo de las fuerzas productivas, afectara al cumplimiento de los Derechos Humanos.

El desarrollo de las comunicaciones y el transporte, la aparición de nuevos productos, la modernización de los procesos productivos, las técnicas de preservación de las mercancías, estos y otros avances, ciertamente maravillosos, podrían dar lugar a un intercambio creciente y a una dependencia cada vez mayor entre todos los países, que podrían resultar beneficiosos para el conjunto de todos ellos, permitiendo que las posibilidades que otorga la ciencia y la tecnología hicieran más fácil, plena y, si cabe la palabra, más feliz, la existencia de toda la humanidad.

El problema surge porque, para empezar, la globalización es una nueva fase del desarrollo del capitalismo, y hablando de un sistema que descansa en la división de clases y en la desigualdad no cabe pensar en la neutralidad del fenómeno. Y, para seguir, porque la globalización es en gran medida fruto del neoliberalismo, una doctrina que exacerba los aspectos más aberrantes del sistema y bajo cuya hegemonía está hoy concebido el orden económico mundial.

Recuerda este asunto de la relación entre el neoliberalismo y el respeto a los Derechos Humanos el viejo debate y los conflictos que se dieron entre el maquinismo y el empleo a lo largo del siglo XIX en los primeros países industrializados, con los ludistas británicos, que aconsejaban la destrucción de las maquinas, como el movimiento más genuino.

Nada objetivamente negativo aportaban las máquinas para crear riqueza y para liberar al hombre de los trabajos más penosos y embrutecedores, sino todo lo contrario, salvo que en manos de los patronos y con los criterios de la gestión capitalista las máquinas arrojaban a la miseria y al desempleo a masas ingentes de trabajadores.

De la misma manera, la globalización podría rendir beneficios espléndidos a la humanidad, si no fuera porque no está concebida para ello, sino para servir los intereses de las clases dominantes y para la perpetuación del propio sistema a través del solo mecanismo en que lo puede hacer: aumentando la explotación de los trabajadores en cada país y la explotación de los países del Tercer Mundo por las potencias económicas mundiales.

Es por lo tanto más que pertinente relacionar la “globalización” con los Derechos Humanos.

Detengámonos primero en desentrañar, caracterizar y resaltar las consecuencias de la “globalización”, porque luego será fácil, resulta inmediato, deducir el modo en que afecta al respeto a los Derechos Humanos.

Decíamos que, por un lado, la “globalización” es una nueva fase del desarrollo del capitalismo. La “globalización” es la expresión actual de una tendencia permanente a favor de la concentración y la centralización del capital, como predijo Marx. En el estadio alcanzado el capitalismo, esa tendencia ha desbordado de forma turbulenta los limites de los espacios económicos que representan los Estados.

“Globalización” y corporaciones multinacionales

Uno de los aspectos en los que la “globalización” es más evidente es en la relevancia que han adquirido las corporaciones multinacionales, las cuales constituyen la base de la estructura de la economía mundial, son depositarias de resortes fundamentales (la investigación y tecnología) y concentran el poder real que rige los destinos del Planeta.

El peso de las multinacionales está fuera de discusión y es aplastante. Por el vertiginoso proceso de fusiones, alianzas y absorciones que esta teniendo lugar en todos los sectores a escala mundial -bancos, seguros, comunicaciones, informática, automóvil, industria química, farmacéutica, energía, aeronáutica ...- realmente nada escapa a este proceso de concentración- las cifras quedan rápidamente obsoletas y las que reflejaban la realidad de ayer resultan irrelevantes hoy. No obstante, incluso tomando como referencia datos de hace unos años, el cuadro resultante es de sobra contundente.

En el mundo existen más de 35.000 empresas multinacionales, entendiendo por tales a aquellas que operan en varios países. Su participación en el comercio mundial es del 70% del total. Más del 40% de las transacciones internacionales de mercancías y servicios se realiza entre multinacionales o entre las casas matrices de estas y sus filiales. Controlan el 75% de las inversiones mundiales.

Entre ellas se da asimismo un extraordinario grado de concentración, cada vez mas acentuado si cabe. Los 100 grupos industriales mayores del mundo (se subraya, sólo los 100 y sólo los industriales, no de servicios ni financieros), ocupan a unos 14 millones de personas, una cifra equivalente al 32% del empleo industrial de la Unión Europea y a 6,5 veces los asalariados de la industria española.

Un hipotético país que estuviera formado exclusivamente por estas 100 multinacionales sería la octava potencia económica del mundo y generaría un valor añadido directo superior al PIB conjunto de 150 países de los poco más de 200 que existen en la actualidad.

La concentración que se da en algunos sectores es abrumadora, como en el automóvil o la industria electrónica y, por supuesto, atendiendo a su origen, sus “patrias”, por este orden, son la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.

Por lo demás, la importancia de las multinacionales rebasa con creces los aspectos cuantitativos derivados de su actividad y de la mayor o menor penetración de sus mercancías en los mercados internacionales.

En primer lugar, tienen una gran influencia en las relaciones económicas y políticas internacionales. Han desempeñado un papel decisivo en el proceso de integración europea y en los que tienen lugar en otras partes del mundo. Dentro de algunos Estados pequeños, y no tan pequeños, tienen un poder casi definitivo, al punto de dirigir la politica económica e imponer a los gobiernos sus decisiones.

En segundo lugar, concentran la investigación

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