Desarrollo de El rol de los centros urbanos como parte de un corredor de conservación: Caso Corredor Ecológico Vilcabamba Amboró

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS

ESPECIALIDAD DE GEOGRAFÍA Y MEDIO AMBIENTE

CURSO: Biogeografía y Manejo Ambiental 2011-1

NOMBRE: Brenda Yahaira Gonzales Saravia

CORREO: brenda.ygs@gmail.com

El rol de los centros urbanos como parte de un corredor de conservación: Caso Corredor Ecológico Vilcabamba Amboró

Desde hace varios años, ha surgido la necesidad de preservación de especies y de espacios naturales; sin embargo, estos extensos espacios naturales están bajo la administración de entidades municipales, regionales y/o nacionales que hacen difícil la gestión de estos. Entonces con el fin de tener un manejo desfragmentado de estas áreas, se viene planteando una estrategia que apuesta por la articulación de los territorios, es así que la modalidad de corredores se presenta como una alternativa aparentemente inclusiva.

El presente texto tiene como objetivo reflexionar y reformular el rol de los centros urbanos como parte de un corredor de conservación, por lo que se plantea las funciones básicas y esenciales que estos lugares deben seguir para hacer de esta estrategia de conservación más integral. De esta manera, se eligió el caso del corredor de conservación Vilcabamba Amboró ya que tiene una gran extensión territorial, está bajo una coordinación binacional y tiene bajo su administración  áreas, parques y reservas naturales de gran envergadura.

En primer lugar, el concepto de corredor  -sea ecológico, biológico o de conservación- se refiere a “una vía que facilita la dispersión de los seres vivos a través de hábitats (u otros elementos o procesos de interés) que conectan dos o más lugares, en los cuales encuentran condiciones adecuadas para su desarrollo” (MMA-España).

Este es un concepto que considero apropiado por su generalidad,  ya que se tiene la idea de que estos corredores sólo tienen como fin la preservación y el cuidado de especies de flora y fauna, no obstante, no se incluye un factor importantísimo como es la población que reside en estas zonas.  Este concepto precisa “seres vivos”, contemplando así al ser humano como otro elemento; y este último es el que podría perjudicar o, por el contrario, ayudar enormemente en la conservación de estas áreas naturales. Ahora, se sabe de una diversidad de formas económicas y participativas de cómo la población local puede llevar actividades más sostenibles, sin embargo, estos corredores incluye localidades rurales pero también urbanas, y he aquí el gran vacío.

Partiendo de este supuesto, ¿cómo se incluye en estas estrategias de conservación a los centros urbanos? ¿Se ha pensado en su incorporación? Si es así, entonces, ¿cuál es el rol que deberían tener estos centros urbanos como parte de un corredor de conservación? Reflexionemos, entonces, con la situación del Corredor de Conservación Vilcabamba Amboró.

El corredor Ecológico Vilcabamba Amboró es de gran importancia ya que es denominado el “hot spot” de los Andes Tropicales, considerado una de las regiones más diversas del mundo y de más alto endemismo en Sudamérica.

Este se encuentra ubicado al sureste de Perú, abarcando también los territorios del noroeste de Bolivia. Los departamentos comprendidos en Perú son Cusco, Junín, Puno y Madre de Dios, abarcando tres eco regiones, cuyas áreas albergan una alta diversidad de especies y ecosistemas que los posiciona como áreas de alta prioridad para su conservación. Por su parte, el sector boliviano, cubre los departamentos de La Paz, Pando, Beni, Cochabamba y Santa Cruz (CI-CEPF: 2003, págs. 4 - 5).

Una de las áreas protegidas dentro de este corredor de conservación es el Santuario Histórico de Machu Picchu, un lugar reconocido internacionalmente, el cual debería estar bajo una excelente gestión, no sólo por sus implicancias históricas, culturales y ecológicas; sino también por el alto flujo de turistas que visitan este recinto.

El Santuario Histórico de Machu Picchu se encuentra en el departamento de Cusco, provincia de Urubamba; situado a unos 2360 m.s.n.m. Luis Lumbreras describe el clima como templado que oscila entre los 10 C° y los 21 C°. Asimismo, el entorno natural es boscoso, tropical y lluvioso. Se encuentra en medio de montañas de fuerte pendiente y está flanqueado por el profundo cañón que forma el río Urubamba, este es de tal profundidad y con laderas abruptas que solo permitió la construcción de terrazas agrícolas y, en medio de estas, la construcción de la ciudadela de Macchu Picchu.  

Luis Lumbreras manifiesta que este santuario no sólo es un complejo arquitectónico histórico sino que también alberga diversas especies de árboles -como el pisonay y el aliso-, helechos, musgos, especies de coníferas y unas 50 variedades de orquídeas. Además, Lumbreras comenta que este es el hábitat de felinos menores, reptiles, aves e insectos.

Por ello, la conservación de este espacio se hace una prioridad para las autoridades y ciudadanos. Sin embargo, la visita a Machu Picchu exige la estadía obligatoria en el distrito de Aguas Calientes, por lo que el flujo de personas es alto en este pequeño centro poblado, por lo tanto, el impacto humano es grande.

Gracias a una imagen de Google Earth se ha podido medir las distancias entre este centro urbano y el santuario. La línea de color blanco es la distancia aproximada de la ruta tradicional que toman los turistas si es que van en un vehículo motorizado –y es, por lo general, la ruta más usada-, esta tiene una longitud de 9, 23 kilómetros, mientras que la línea negra, que es la distancia en línea recta tiene una longitud de 2,6 kilómetros. Ambas distancias son solo para demostrar la cercanía de Aguas Calientes con el santuario.

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Distancias entre Aguas Calientes y Machu Picchu

Esta cercanía establece relaciones entre ambos lugares, por lo que el mal manejo de uno implicaría efectos en el otro. Por lo pronto, el problema más resaltante en Aguas Calientes es la ingente afluencia de turistas que desean visitar la ciudadela de Machu Picchu y necesitan hospedarse en Aguas Calientes; por lo que el desarrollo del turismo crea condiciones para el establecimiento de restaurantes, hoteles, hospedajes, discotecas, etc. Si bien, esto contribuye a elevar el poder adquisitivo de la población local, también tiene como consecuencia el aumento de la producción de los residuos sólidos del pueblo; a esto se le agrega la ausencia de un sistema de recolección de residuos eficiente ya que toda la basura producida se almacena en un botadero cerca a la estación de tren, al pie del mismo santuario, que luego es llevado a Cusco vía tren. Asimismo, la infraestructura hotelera demanda la instalación de cañerías y desagüe que tienen como destino final las aguas del río Urubamba.

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