“Desarrollo económico local, descentralización y democracia –ideas para un cambio–“
Enviado por xenia822 • 16 de Junio de 2016 • Resumen • 6.008 Palabras (25 Páginas) • 308 Visitas
FRANCISCO ALBUQUERQUE – PABLO COSTAMGNA – CARLOS FERRARO
“Desarrollo económico local, descentralización y democracia –ideas para un cambio–“
CAPITULO 2
DESARROLLO ECONOMICO LOCAL
1. Estrategias para el desarrollo económico local
En las directrices para el diseño de políticas de desarrollo económico local se destacan ámbitos decisivos:
- Selección, adaptación y difusión de las tecnologías más apropiadas para lograr los objetivos de desarrollo económico local.
- Formación de RRHH según los requerimientos de los sistemas productivos locales.
- Ampliación del mercado interno y la generación de empleo productivo vinculado a la atención necesaria de las necesidades básicas.
- Fomento de la interacción creativa entre los agentes públicos y privados para construir o fortalecer la institucionalidad y un entorno territorial innovador que facilite el acceso a los servicios de apoyo a la producción para las microempresas y pymes locales.
- Utilización de los diferentes esquemas de integración supranacional como plataforma para la exposición paulatina a las exigencias de la competitividad internacional.
- Formación de un equipo promotor en el territorio capaz de promover políticas en este sentido.
Las innovaciones productivas se despliegan por:
• Innovaciones de producto: introducción de nuevos materiales, mejoras en el diseño y diversificación de productos, creación de marcas, certificación de calidad o control ambiental.
• Innovaciones de proceso productivo: instalación de nuevos equipos, nuevas instalaciones o mejoras en la línea de producción actual, control de calidad, informatización y mejoras en la relación con proveedores.
• Innovaciones en métodos de gestión: mejoras en la organización de la producción y el proceso de trabajo, acceso a redes de información y calificación de RRHH.
• Innovaciones sociales o institucionales: promoción de actividades innovadoras, el desarrollo de competencias para emprender, la descentralización de decisiones sobre innovación, la concertación entre agentes públicos y privados y la difusión de “buenas prácticas”.
Incluye una diversidad de aspectos concernientes a cuestiones técnicas, organizativas y sociales que se realizan dentro de un contexto territorial que puede facilitar las condiciones para el estímulo innovador.
Factores externos a la empresa: sistema de ciencia y tecnología, el estímulo social y cultural hacia la creatividad y la promoción de la cultura emprendedora local, vinculación del sistema educativo con los requerimientos y problemas del sistema productivo local, el grado de exigencia planteado por proveedores y consumidores locales, entre otros.
Factores internos de la empresa: tipo de gestión y organización empresarial, estilo de dirección, calificación, involucramiento y motivación de los RRHH empleados, calidad de las relaciones laborales, capacitación empresarial y tecnológica.
En entornos favorables, la innovación provoca un efecto multiplicador que incrementa el rendimiento individual de los factores. La construcción de tales “entornos territoriales” favorables constituye una tarea primordial para el impulso de la productividad y la competitividad del tejido empresarial en cualquier territorio. En esta tarea clave para el desarrollo económico local, pueden colaborar de forma decisiva los diferentes agentes sociales, públicos y privados, en cada territorio, es decir los niveles territoriales de la administración pública, las organizaciones empresariales y sindicales, así como otras organizaciones de la sociedad civil (universidades, institutos de investigación y desarrollo, ong’s u otras), entre los cuales pueden concertar actuaciones conjuntas para la construcción de una atmosfera facilitadora del desarrollo.
Esta introducción de innovaciones tecnológicas cuestiona la clásica división entre sectores económicos, ya que la incorporación de tecnologías tiende a diferenciar esencialmente entre productos de alto o bajo contenido tecnológico, con independencia del origen sectorial de los mismos.
Una adecuada gestión de la innovación estimula también la creatividad y motivación de los miembros de la organización y facilita la identificación de ideas con potencialidad de convertirse en proyectos rentables.
La introducción de innovaciones productivas crea nuevas condiciones competitivas que influyen directamente en el desarrollo de las empresas.
En la pugna competitiva actual, existen componentes de cooperación empresarial sin los cuales no es posible explicar el logro del éxito competitivo. Hoy día, las diferentes fases de la “cadena valor”: diseño del producto, tecnología, aprovisionamientos, manufacturación, publicidad, comercialización, distribución, ventas, gestión de cobro y servicio técnico posventa, pueden ser interiorizadas por las propias empresas, subcontratadas a otras empresas o entidades organizativas prestataria de tales servicios o mediante alianzas estratégicas. De ahí que la existencia de un “entorno territorial” facilitador del acceso a todos los contactos empresariales y servicios de apoyo a la producción, resulta decisivo para el desarrollo económico local.
La innovación tecnológica es algo más que una alternativa o posibilidad competitiva, ya que constituye, de hecho, un imperativo para la organización productiva y empresarial.
Así, en una época de grandes mutaciones tecnológicas y sociales, las organizaciones deben dotarse de mayor flexibilidad de funcionamiento, adaptándose a los crecientes cambios. El dominio tecnológico y la capacidad para su uso y difusión son la fuente principal de ventajas competitivas dinámicas, lo cual implica atender de forma prioritaria a la formación de capital humano, así como a la incorporación de innovaciones socioinstitucionales en el territorio.
Las políticas sociales tales como la salud y educación, entre otras, deben dejar de ser consideradas como políticas “asistenciales”, para formar parte de las políticas de desarrollo, ya que ayudan a crear y formar el recurso estratégico principal, esto es, el capital humano.
Las empresas deben tener como referente las innovaciones tecnológicas, organizativas, sociales e institucionales, como medio de introducir la tensión modernizadora necesaria en el conjunto del sistema productivo y el tejido empresarial de cada territorio.
En este sentido, la participación de las administraciones públicas en los diferentes niveles territoriales puede asegurar
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