Despedida

Querida Edelmira:

Si tendría que calificar humildemente su trayectoria evocaria estas palabras:

Esfuerzo, dedicación y respeto

Han pasado muchos años, fueron siempre, sus palabras sabias, las que aprendí a reconocer con el paso de los años.

No estuvo sola: muchos nos reconocimos en el mismo compromiso que exigía esta tarea que elegimos. Tenaz, con disciplina y convicción, pero fue ella, la palabra, su tesoro más preciado, su herramienta más eficaz, la que nunca la defraudó, la que nunca abandono, siempre estuvo empeñada en librar la batalla, todas las batallas, la suya y la de los otros, hasta el final.

Del dolor, la decepción sabe. Más de una vez se quebró en mil pedacitos, pero se levantó. Para usted el fracaso no es una opción, le cuesta aceptar la derrota y, quizás, pocas cosas le resultaban tan seductoras como el afán de perseguir un sueño o un proyecto, simplemente, hacer el intento, de no darse por vencido antes de empezar. La palabra imposible no estaba en su amplio vocabulario. Me alentó, me entusiasmo con su esperanza, su fortaleza, su tenacidad.

Y eso es tan importante en el ambiente escolar que se torna indispensable contar con el apoyo de personas como usted, que te haga reír, que te consuele en tu llanto, que te cuide, y por sobre todas las cosas, que te quieran, respeten, teniendo su trayectoria y sus valores como modelos.

Agradezco a la vida que me brindo el privilegio de conocerla, porque dejo una huella profunda, marcada a fuego, imposible de borrar.

Hoy termina una etapa importante de su vida y otra se hace presente.

Lo extrañare cada día un poco, con la certeza de que esta nueva herida que hoy se abre con el cierre de esta etapa, tardara en cicatrizar.

Atesoro muchísimas palabras para seguir escribiendo (aunque no es lo mío) pues lo hago con un corazón sincero.

Con mucho amor.

Lily

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