Despojo Cultural En Potosí

Introducción

Con este ensayo se pretende analizar el acontecimiento

histórico de la conquista española desde una mirada crítica a

los hechos violentos por parte de los conquistadores hacia el

pueblo latinoamericano. Se enfocará principalmente al tema

del despojo cultural que trajo consigo un holocausto indígena

el cual hasta el dia de hoy no se reconoce como tal.

Para hacer un análisis mas minucioso la reflexión se centrará

en la conquista hacia el pueblo boliviano, específicamente a la

ciudad de Potosí, donde a raíz del robo de la plata en el Cerro

Rico se justificó un acto criminal de mas de ocho millones de

muertes indígenas.

Desde que desembarcaron en América la búsqueda de oro y

plata se convirtió en la obsesión de los conquistadores, los

españoles soñaban con aquel lugar donde los tesoros los

estuvieran esperando. Por efecto de este encuentro entre

españoles y aborígenes, que de descubrimiento no tuvo nada,

se masacraron pueblos enteros para robarles sus riquezas, se

destruyó patrimonio cultural, artístico, científico e histórico

para implantar una religión, cultura y política totalmente

diferente a la naturaleza del pueblo boliviano.

“En Potosí la plata levantó templos y palacios, monasterios y

garitos, ofreció motivo a la tragedia y a la fiesta, derramó la

sangre y el vino, encendió la codicia y desató el despilfarro y la

aventura” (Galeano, 1970).

Desarrollo

“Se llevaron el patrimonio cultural tangible y destruyeron el

patrimonio intangible, aniquilando las tradiciones y la

memoria, imponiendo una forma hegemónica de pensamiento

único” (Báez, 2009), aunque en este sentido el despojo

cultural tiene versiones anteriores, incluso en la misma

América, como por ejemplo el inca Pachacuti y el monarca

mexicano Motecuhzoma Ilhuicamina “que caracterizaron sus

reinados por las conquistas militares, las expulsiones y

reubicaciones de pueblos rivales o la destrucción sistemática

del bagaje cultural de los pueblos rivales” (Malamud, 2009) la

diferencia es que la empresa evangelizadora de América se

dedicó a destruir y arrasar con los dioses locales. “Hay que

pensar que para los indígenas un dios más como Cristo, es un

dios más, era aceptado en el lugar donde ponían a los dioses

foráneos” (Johansson, 2010).

“La espada y la cruz marchaban juntas en la conquista y el

despojo colonial. De plata eran los altares de las iglesias y las

alas de los querubines en las procesiones” (Galeano, 1970),

fundamentando el accionar criminal de este imperialismo

religioso. “La alianza entre la cruz y la espada hay que leerla en

el contexto de la búsqueda de riquezas. Los testimonios

residuales de los vencidos son, en este sentido, bien

expresivos: se confundían las riquezas con el verdadero Dios

de los españoles y se buscaba en el oro la protección de la

divinidad” (De las Casas, 1552). Si bien la recaudación es una

herramienta de cualquier empresa, como las evangelizadoras,

en este sumario el recaudo de los tesoros indígenas facturó

una carnicería de millones de personas.

El virrey del Perú cumplía con su trabajo y la iglesia Católica

justificaba con salvaguardia de una evangelización el asesinato

en masa de un pueblo americano. “El tema del oro aparece

conjuntamente con el de la salvación de los indios. Espero en

nuestro señor –escribe el virrey al rey- que él dará a S.M. su

lumbre para entender, celar y proveer negocio en que tantas

almas se pueden enviar al cielo, y a donde tanto oro y plata se

suele sacar de la tierra, con que S.M pueda conservar mejor

sus reinos y defender la iglesia católica” (Gutiérrez, 1989).

“Todo el oro, plata, piedras preciosas, perlas, joyas, gemas y

todo otro metal y objeto precioso de debajo de la tierra o del

agua o de la superficie y que los españoles no tuvieron desde

el tiempo en que se descubrió el mundo conocido hasta hoy,

todo el mundo de los indígenas fue robado injustamente

usurpado y

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