Desviacion De Poder En La Admininistracion Publica

DESVIACIÓN DE PODER EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

“Poder no es la potestad de mandar, sino la capacidad de ser obedecidos. Mejor aún: la capacidad de influir sobre los otros incluso sin mandar “Alejandro Nieto

La desviación del poder constituye un vicio de legalidad caracterizado por el ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico. Siendo la actividad discrecional de la Administración el terreno más apropiado para su manifestación, puesto que es en ese ámbito de libre apreciación que, en ocasiones, se reconoce legalmente a aquella donde resulta más fácil encubrir la disfunción entre el fin objetivo previsto en la norma y el fin subjetivo desviado perseguido por el órgano administrativo actuante.

En la desviación de poder se hace uso de las facultades legales y se toma a la ley como medio para consumar la arbitrariedad, puede ser con el fin personal cuando es para favorecerse así mismo, fin extraño el querer favorecer el interés particular de un tercero, fin administrativo distinto al de la Ley, cuando se protege un interés de carácter general pero diverso de aquel querido por la ley de la función. Este es un caso bastante común de desviación de poder.

Se trata de un vicio que, resulta difícil y a veces imposible de demostrar, lo que ha hecho de la prueba, el problema fundamental del vicio, siendo que, salvo raras excepciones, las decisiones administrativas viciadas de desviación de poder no suelen revelar cuáles son los fines que realmente persiguen; por lo que, probar la desviación de poder es una tarea difícil pues, se trata de descubrir la intención real, normalmente disimulada de la Administración.

La configuración de la desviación de poder como vicio de los actos administrativos aparece recogida y consagrada en los artículos 63.1 de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del procedimiento administrativo común, de 26 de noviembre de 1992 y en la Ley Reguladora de la Jurisdicción contencioso-administrativa, de 13 de julio 1998.

La desviación de poder es la institución típica del derecho administrativo, consiste en el ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los previstos en el ordenamiento jurídico, y lleva como sanción la anulación del acto.

El acto administrativo debe procurar el logro de fines públicos y cuyo contenido debe ser siempre conforme al Ordenamiento Jurídico, jamás puede pretender satisfacer el interés particular sin alejarse del principio de legalidad. No debe olvidarse que un acto ilegitimo es el contrario al ordenamiento jurídico, y por consiguiente nunca puede ser valido.

NETGRAFIA

revistas.um.es/analesumderecho/article/download/103271/98251

http://www.derechoecuador.com/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=2604

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