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Enviado por   •  1 de Mayo de 2013  •  2.334 Palabras (10 Páginas)  •  457 Visitas

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Inmortalidad en Guatemala

Evaluación desde 1990

El informe evalúa las tendencias en las estimaciones de la mortalidad infantil desde 1990, y revela que diversos países han logrado reducciones en las tasas de mortalidad de menores de cinco años.

“Esto se ha plasmado en una firme reducción del número estimado de muertes de menores de cinco años en todo el mundo. Los datos publicados por Unicef y el Grupo Interinstitucional para las Estimaciones sobre Mortalidad Infantil de las Naciones Unidas muestran que el número de niños menores de cinco años que han muerto a escala mundial se redujo de casi 12 millones en 1990 a un estimado de 6,9 millones en 2011.

“El descenso mundial de la mortalidad de menores de cinco años es un éxito significativo y un testimonio del trabajo y la dedicación de muchos, incluyendo los gobiernos, los donantes, los organismos y las familias”, dijo el Director Ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.

Agregó: “Pero también hay asuntos pendientes: millones de niños menores de 5 años siguen muriendo cada año por causas en gran medida prevenibles para las cuales existen intervenciones probadas y asequibles”.

Además aseguró: “Estas vidas podrían salvarse mediante vacunas, una nutrición adecuada y atención básica médica y materna. El mundo cuenta con la tecnología y los conocimientos técnicos para hacerlo. El reto consiste en ponerlos a disposición de todos los niños”.

MORTALIDAD Y SUS CAUSAS

En Guatemala, la apreciable caída de la mortalidad ha tenido lugar sin que se modifique fuertemente su composición etaria. En efecto, la tasa de mortalidad descendió del 22 por mil en el quinquenio 1950-1955 al 9 por mil en el quinquenio 1985-1990, y ha sido la tasa específica de los menores de cinco años la que más se ha reducido. Sin embargo, siguen siendo esos menores los que representan la mayor proporción de las muertes anuales (el 66% en 1950-1955 y el 44% en 1985-1990).

Esto refleja una apreciable insatisfacción de las necesidades de salud materno-infantil, en un país con una tasa de natalidad tan alta como la de Guatemala.

La mortalidad de las mujeres ha disminuido más rápidamente que la de los hombres, especialmente en las edades adultas. De esta forma, la composición por sexo de las muertes es claramente desfavorable a los hombres, especialmente entre los 20 y los 59 años.

Mujeres y hombres comparten las principales causas de muerte cuando se examinan todas las edades: debido al peso que posee en ese conjunto la mortalidad infantil, tienen fuerte presencia las enfermedades infectocontagiosas. Las diferencias más claras están referidas a las razones del mantenimiento de la mayor mortalidad masculina: los accidentes y las muertes producidas por la violencia política.

En 1984, los homicidios y la guerra eran la tercera causa de muerte en los varones de todas la edades. Y si a ello se agregara el número de muertes producido por los accidentes (cuarta causa de muerte), se podría observar que el 25% de las muertes que suceden en la población masculina, se debe a este conjunto de traumatismos.

La otra diferencia se refiere a la mortalidad por causas obstétricas, aunque ésta se aprecia reducida cuando se examina la población femenina en todas las edades.

El peso de los problemas obstétricos como causa de muerte en las mujeres se hace mucho más evidente al examinar la mortalidad en las edades adultas. La obstétrica era en 1984 la cuarta causa de muerte en las mujeres de 25 a 44 años, después de las infecciones intestinales y respiratorias y los tumores.

También destaca el peso de los accidentes en los hombres: éstos provocaban en 1984 el 46% de las muertes en varones de 15 a 24 años y el 34% de los que tienen entre 25 y 44 años.

La mortalidad infantil en Guatemala ha disminuido apreciablemente en los últimos veinte años, si bien su nivel actual sigue siendo uno de los más altos de América Latina. En 1970 morían anualmente 111 niños menores de un año por cada mil nacidos vivos y en 1989 esa cifra había descendido a 57.

Es importante destacar que la mayoría de las defunciones infantiles se producen en el período postneonatal (entre 1 y 11 meses) y no en el neonatal (menores de un mes), situación contraria a la de los países donde ha mejorado efectivamente el estado de salud. Así, aunque la tasa de defunciones postneonatales se ha reducido (del 72 por mil en 1970 al 40 por mil en 1988), su proporción dentro del conjunto de defunciones infantiles (hasta un año) sigue manteniéndose constante: en 1970 era el 65% del total y en 1988 el 62% del mismo.

Sobre la mortalidad de los niños de 1 a 4 años también se observa que su descenso tiene lugar variando sólo lentamente su peso en el total de defunciones anuales: la tasa cayó de 14 por mil en 1970 a 7 por mil en 1989, pero en 1970 suponían el 54% del total de defunciones anuales de todas las edades y quince años después todavía continuaban siendo el 44% de dichas muertes.

También ha variado con lentitud el cuadro de causas que provocan la mortalidad infantil. Las principales causas siguen siendo las enfermedades infectocontagiosas y parasitarias, tradicionales en la región centroamericana. Destaca que aparezca como causa directa de muerte (la cuarta a mediados de los ochenta) la desnutrición, indicador evidente de las condiciones básicas de salud de los niños guatemaltecos.

El estudio de CELADE sobre el número de muertes infantiles evitables, estima que sería un 87% de las que actualmente se producen, si se compara la mortalidad infantil de Guatemala con la de un país próximo con mejor estado de salud, Costa Rica (otros estudios que comparan la mortalidad infantil de Guatemala con la de los países desarrollados aumentan esa cifra de evitabilidad).

Ciertamente, la disminución de las causas mayoritarias -infectocontagiosas y parasitarias- serían las que reducirían más rápidamente la mortalidad general, y sobresale una porción importante de ellas que serían prevenibles mediante vacunación.

Guatemala, Septiembre 13 del 2012 (CERIGUA).- Varios países han logrado rápidos progresos en la reducción de muertes de niños y niñas, lo que demuestra que es posible disminuir radicalmente la mortalidad infantil en el lapso de dos décadas; Guatemala es una nación con rezagos, según un informe presentado este jueves por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

El documento sobre los progresos 2012 titulado “El compromiso con la supervivencia infantil: Una promesa renovada”, examina las tendencias en las estimaciones de la mortalidad infantil desde 1990 y revela que las reducciones más importantes se han logrado en las tasas de mortalidad de menores de cinco

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