Disciplina

Frecuentemente, los maestros enfrentan problemas causados por niños cuya conducta interrumpe el orden de la clase. Los estudiantes que molestan a sus compañeros, los que demandan atención, los que son incontrolables, se encuentran en realidad en todo salón de clase.

Asimismo, la mayoría de las conductas se aprenden a través del ambiente en que se encuentran las personas. Mientras estas se encuentran, ya sea en el hogar o el salón de clases, pueden estar adquiriendo muchas formas de comportamientos adecuados e inadecuados. En cualquier caso, ambos clases de ambiente se prestan a que los niños puedan aprender mayormente conductas adecuadas y superar las inadecuadas.

Así como el aprendizaje y comportamientos de los niños está influenciado por el ambiente, la conducta de los padres y los maestros está influenciada, a su vez por las reacciones de los hijos o los estudiantes. Lo anterior no debe perderse de vista, ya que la conducta y actitudes de los padres, maestros o encargados es un factor muy relevante en cuanto a influenciar el comportamiento de las personas a su cargo, por consiguiente deben aprender a mantener un adecuado auto-control conductual y emocional, además de conocer métodos científicos de manejo de la conducta para ser más efectivos en su papel disciplinario y de agentes para la modificación conductual, y en el caso de los maestros por su papel adicional como educadores.

La modificación conductual y las técnicas que tienen su base en estos principios psicológicos han captado el interés de muchos profesionales en el campo de la psicología, educación, trabajo social, consejería y por supuesto los padres y público en general. Es claro que la modificación conductual se ha ido extendiendo progresivamente, no solamente en el estudio clínico de la conducta, sino también a las situaciones escolares, familiares y de desarrollo personal.

Actualmente, los actos de indisciplina se han incrementado en todas las sociedades y Costa Rica no está exenta de esto. Muchos docentes se quejan de que sus alumnos presentan problemas de disciplina, donde se dan agresiones entre compañeros, estudiantes que no hacen caso a las regulaciones de los centros educativos, vandalismo, mal comportamiento dentro y fuera del aula; en fin una serie de actitudes que van en contra de las normas de conducta. Todos estos factores limitan la labor del docente, que muchas veces se ve imposibilitado, principalmente por las nuevas leyes que protegen a los niños y que dejan al educador si armas para enfrentar estos comportamientos.

Los problemas de disciplina afectan no solo al niño que tiene esa conducta, sino al resto del grupo; ya que es muy difícil para el educador enseñar en un ambiente donde no se dan las condiciones adecuadas; ya que así como es necesario tener una buena estructura física, material apropiado y toda una serie de elementos que propician un buen desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje, también lo es el hecho de contar con una atmósfera agradable. Sin embargo, las conductas de algunos niños interfieren en dicho proceso.

Sobre este particular Gómez (1997) señala:

La disciplina es necesaria para ayudar a los niños a dejar atrás otros sistemas de comportamientos y canalizar sus energías por vías aceptables. Toda disciplina implica restricción y es necesaria, en cuanto a la enseñanza no resulta por sí misma suficiente. (pág. 19).

De ese modo, se puede entender que la disciplina debe darse, con el fin de que el niño aprenda que su comportamiento es inadecuado y que el más perjudicado es él mismo. Por lo cual se debe dar énfasis a que el alumno comprenda que sus decisiones y acciones traerán consecuencias, negativas o positivas y debe hacerle frente. También, hay que resaltar que no vive aislado, sino en comunidad y, por ende, su obligación es acatar los lineamientos que toda sociedad promueve a sus habitantes. Por tal motivo, desde temprana edad debe acostumbrarse al niño que existen normas o regulaciones que deba cumplir, con el propósito de que su adaptación a la sociedad le sea más fácil y la comprensión de las normas de conducta sean entendidas apropiadamente. Todo esto redundará en un mejor desarrollo integral del infante.

Asimismo, Hurlock (1999) expresa:

La disciplina es el modo que tiene la sociedad para enseñarle al niño la conducta moral aprobada por el grupo. La meta de toda disciplina es moldear la conducta para que se conforme a los papeles prescritos por el grupo cultural con el que se identifica el individuo. La función principal de la disciplina es enseñar la aceptación de una restricción necesaria (pág. 417).

Dada la importancia que tiene la disciplina, no solo para la educación sino para todos los demás ámbitos de la vida del ser humano; es labor del docente conjuntamente con los padres realizar todos los mecanismos pertinentes para encausar a los niños a un comportamiento que vaya acorde a los lineamientos impuestos por la sociedad, y de ese modo ayudarlo a la integración a esa sociedad de una manera más positiva.

La disciplina en el aula depende del docente, su modo de encauzarla y a la creación de normas o reglas que van a ser cumplidas antes, durante y después de clases. Es importante que el docente desde el principio prepare a los niños sobre el establecimiento de normas disciplinarias.

Por lo tanto, a través de la historia con lo que respecta a la disciplina escolar, se presenta una antagonía entre sistemas que dan un valor esencial al castigo físico como garantía del respeto y seguimiento de la disciplina y aquellos que buscan alternativas menos controversiales. Sin embargo una y otra posición tiene sus límites.

La disciplina está directamente relacionada con la prevención de problemas de comportamiento en el aula, actualmente los trastornos de conducta y del comportamiento se han convertido en una de las situaciones más preocupantes para padres y profesores, que ven como sus hijos y alumnos presentan cuadros conductuales que no favorecen en nada el proceso de enseñanza y aprendizaje. Esta situación que predomina en la mayoría de los centros educativos se debe a los cambios experimentados por la sociedad en donde se fomenta unos modelos de vida muy distintos del tradicional y basados en un predominio de la individualidad; esto ha traído consecuencias muy negativas en un gran porcentaje de los niños y niñas, que han presentado trastornos de conducta y que se manifiestan en acciones agresivas, violentas o, incluso delictivas. no deseadas.

En estos comportamientos tienen mucho que ver los padres que han ido delegando sus funciones paternas fuera del ámbito familiar, como son por ejemplo, la televisión y la internet.

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