Discurso A Juarez

Juárez y la invasión francesa.

Honorables miembros del jurado calificador, distinguidas personalidades, queridos maestros, compañeros oradores, público tan selecto que atiende a mis palabras:

Bien lo dijo Ignacio Manuel Altamirano:

“Las gotas de sangre de un pueblo son sus mártires, ellos señalan la senda que se ha seguido, ellos revelan el valor de su alma, ellos indican la grandeza de su fé”

Mi tema a disertar: “Juárez y la invasión francesa”

Años después de ser promulgada la constitución de 1857, Juárez encuentra a su país agraviado, convulsionado, humillado, con severos problemas políticos, económicos y sociales, eran tantas las depresiones, violencia e invasión armada que omitía al cuerpo de la patria, cumpliendo en sí la distinción de los complejos, triunfando de esta manera la sin razón sobre la justicia.

Napoleón III pretendía a la edificación de un imperio desde el río bravo hasta la tierra del fuego.

Después del mil luchas, los ejércitos del pequeño Napoleón regresaron a Europa vencidos.

Es entonces cuando aparece Maximiliano quien nunca sus sueños se harían pedazos en el cerro de las campanas frente al imponente indio de Guelatao.

Fue entonces cuando el informante de batalla, Ignacio Zaragoza, escribía al presidente Juárez con aquellas palabras contemporáneas “las armas nacionales se han cubierto de gloria”.

El emperador de las Ilusiones rotas, que nunca debió haber salid de Miramar cayó en Querétaro, bajo el rayo mortal de la justicia.

Compañeros: Juárez no triunfó sobre la reacción y la intervención extranjera porque contara con grandes ejércitos o poderosos armamentos o por su sola voluntad de triunfar, Juárez triunfó por la fuerza decisiva de su pueblo.

Compañeros oradores Juárez es ejemplo de la nación, un representante de nuestra mejor historia, su obra forma parte de la constitución de la república y su legado vigente es patriotismo de los mexicanos.

Así como Juárez en su tiempo se atrevió a defender la República ante la intervención extranjera, en el México de hoy, nosotros los mexicanos debemos escoger el campo porque nuestra batalla en el mundo es la que hará brillar a México en el concierto de las naciones.

Bien dijo Reyes Heroles: “Sin lucha no hay victoria”, y yo les digo que la victoria ya es nuestra, porque este es nuestro tiempo, y este es nuestro espacio, esta es la hora de actuar como la nueva generación de liberales juaristas que habrán de combatir al viejo México defendiéndolo de la ignorancia, el odio y la maldad para entregarle el laurel de victoria y la corona de la inmortalidad.

Dicen que hace 140 años murió Benito Juárez, yo no lo puedo comprender muerto, no está bajo su lápida mortuoria convertido en cenizas, está dentro de nuestros corazones convertido en idea, en sentimiento de amor

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