Discurso de despedida apuntes

Autoridades presentes, profes, compañeros….. hoy me toca estar parado aquí para decir unas palabras de despedidas y a la vez de bienvenida..

Seguramente todos los que estamos aquí presentes hemos comenzado nuestro proceso de formación docente con una pregunta que en su momento parecía ser de aquellas que no se preguntas, que no tienen sentido preguntarlas… ¿Por qué queremos ser docentes? ¿Por qué, para qué la elegimos y cómo la vemos? Preguntas tan simples y a la vez tan difíciles de contestar ya que la propia labor de aquellos que orgullosamente elegimos este camino hemos ido descubriendo lo complejo que será nuestro futuro y aquí voy a citar textualmente una serie de expresiones naturalizadas e interrogantes expresadas por Liliana Petrucci, directora de la revista “El Cardo”

Es común escuchar que “la educación pública está en crisis”, que la situación laboral del docente está “precarizada”, que abundan los problemas edilicios y que las condiciones para aprender/enseñar no son las mejores en las escuelas argentinas que ofician como caja de resonancia de las dificultades socio-culturales que sufre este país cada vez más desigual y fragmentado. Es común escuchar que “la escuela se quedó atrás” respecto de las tecnologías y que necesita “modernizarse” y brindar “salida laboral” a sus estudiantes. 

Es común escuchar muchas afirmaciones como estas en cualquier conversación de pasillo o de café, como un eco que se repite sin cansancio hasta perder el sentido. Y es probable que muchas sean parte de diagnósticos posibles, pero que pueden ser muy peligrosas si no se cuestiona  qué estamos entendiendoen tales definiciones y al aseverar, por ejemplo, que “la escuela necesita modernizarse” o “dar salida laboral”. Repregunta: ¿Es la escuela la quenecesita brindar salida laboral? ¿O la función de la escuela sigue siendo esa ambición universal y sarmientina de formar “ciudadanos”? ¿No era que a la escuela se iba a aprender y a “adquirir conocimientos”? ¿O nos formamos para no quedar afuera del sistema social y cultural? Entonces…¿Cuál es la función/el lugar/el sentido de la escuela y de la universidad en Argentina? 

La respuesta a estas preguntas o la naturalización de ciertas afirmaciones planteadas en este artículo nos ubican en veredas diferentes, compañeros, colegas hemos iniciado nuestro proceso de formación para docentes, nos formamos como educadores, tenemos la obligación de convertirnos agentes de cambio, debemos ser capaces de ser generadores y no reproductores de la historia, seamos parte de aquellos docentes que se encuentran empecinados en modificar la realidad, una realidad que genera muchas desigualdades en todos los ámbitos, social, cultural, político, económico, etcétera.

Debemos tener siempre presente que la educación no se basa únicamente en el aprendizaje de las materias que impartiremos, de los contenidos de desarrollemos, de la información que compartamos, ni de las habilidades y competencias que buscaremos desarrollar, con ella enseñamos una manera de vivir, de ver al mundo, transmitimos una cultura, un lenguaje y todo ello converge en la perspectiva con la que nuestros alumnos entenderán lo que saben y lo que son capaces de hacer, porque después de todo nunca debemos olvidar que todos nosotros, todas aquellas generaciones en las cuales influiremos son pura posibilidad y de nosotros dependerá que no sean eyectados al mundo y devorados por él, naturalizando las estructuras sociales de desigualdades y dominación.

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